POR MARÍA MERCEDES
Con la sencillez que le caracteriza, la embajadora de Alemania, condesa Eva Kendeffy, se despidió de sus amigos dominicanos durante una recepción en su residencia. Muchas fueron las personalidades que accedieron a su invitación, de ahí que la hilera fue casi interminable y que los espacios en el área de la piscina se tornaran pequeños.

Luego de recibirles en compañía de su esposo, conde Peter Kendeffy y de Karl Köhler, su sucesor; la anfitriona al dirigirse a sus invitados destacó que durante los cuatro años que duró su misión, las relaciones bilaterales entre ambos países se intensificaron en las áreas de política, cooperación, economía, cultura, sector consular, así como el intercambio comercial, especialmente en las exportaciones dominicanas de productos orgánicos hacia Alemania.

“Se realizaron varias visitas políticas alemanas en el país, siendo la última la del diputado y encargado de Asuntos Latinoamericanos, Lothar Mark, en abril de este año; celebramos dos Conversaciones Intergubermanentales sobre cooperación. El monto desembolsado de cooperación financiera y técnica desde el inicio de mi gestión asciende a 235 millones de euros”, indicó.

Así mismo, señaló que se firmaron un gran número de convenios de cooperación, el último en Cooperación Técnica se firmó la semana pasada por un volumen de 5-6 millones de euros. Un acuerdo sobre el fomento y la protección de la inversión está en preparación.

La condesa Eva Kendeffy precisó que uno de los aportes más importantes que deja en el país fue la creación del Centro Domínico-Alemán en una bella casa de la Zona Colonial que fue cedida en usufructo por el Gobierno dominicano. “Después de su restauración financiera por el Gobierno alemán y empresarios alemanes en el país, con regularidad se realizan eventos culturales tales como exposiciones y conciertos.

Con la presencia de alrededor de 25.000 alemanes residentes en el país y un gran número de turistas los asuntos consulares ganaron mucha importancia. “Hace poco la Embajada asumió una nueva responsabilidad como Embajada de Servicio para Haití”.

Resaltó que la Embajada tiene nuevas oficinas, más amplias y confortables en los pisos 16, 17 y 18 de la Torre Piantini, y que debido al aumento de sus labores, el personal diplomático de la Embajada fue duplicado. “Ahora me voy a Estados Unidos, donde residen muchos dominicanos. Allá me desempeñaré como Cónsul General”.

También deseó éxitos al nuevo gobernante en las políticas que tendrá que aplicar, y muy emocionada manifestó que se lleva gratos recuerdos de su estadía en el país.  

Al final de su discurso, el embajador de Francia Jean Claude-Moyret expresó que ese día era muy especial porque además de su despedida celebraban el cumpleaños de la condesa Eva Kendeffy. Tras un fuerte aplauso, todos a coro le cantaron cumpleaños feliz.