Condoleezza tendrá su primera prueba de fuego

Condoleezza tendrá su primera prueba de fuego

WASHINGTON (AFP).- La designada secretaria de Estado, Condoleezza Rice, asistirá la próxima semana a una audiencia ante el Senado, que pondrá a prueba su habilidad para defender la política internacional de mano dura del presidente George W. Bush en cuyo diseño participó activamente.

   Rice deberá hacer frente a temas tan calientes como la situación en Irak, el terrorismo, la no proliferación de armas nucleares y otros asuntos durante su audiencia de confirmación el martes, para su traslado desde la secretaría de seguridad nacional a la cancillería estadounidense.

   Como una de las más cercanas colaboradoras de Bush, se espera que la ex académica y pianista profesional encuentre mínimos escollos para que la comisión de Relaciones Exteriores del Senado y la cámara en pleno voten su nominación.

   Sin embargo, los legisladores intentarán obtener indicios de las nuevas políticas que Rice piensa llevar a cabo. Y tienen en mira que la funcionaria, desde las sombras, apoyó a Bush en su cuestionada política de ataques preventivos puesta en práctica tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.    David Frum, un ex redactor de discursos de Bush, hoy con el Instituto Estadounidense de Empresas, un centro de estudios conservador, dijo que por su alto perfil público las creencias de Rice son todavía un poco confusas.

   «El trabajo de asesora de seguridad nacional es funcionar un poco como nexo, ayudando a coordinar diferentes puntos de vista», dijo Frum. «Hemos escuchado relativamente poco de Condoleezza Rice, de su propia boca».

   Rice tendrá incluso que hacer una transición delicada, desde su tarea como asesora política a puertas cerradas para convertirse en el rostro internacional de Estados Unidos, y ser la defensora de las acciones del gobierno estadounidense, en un momento de profundas divisiones en el mundo por la invasión de Irak.

   El ex consejero de Seguridad Nacional, Brent Scowcroft, quien llevó a Rice a la Casa Blanca como especialista en asuntos de Rusia durante la gestión de Bush padre, asegura que Rice está lista para el trabajo.

   «Ella no ha hecho esta tarea antes», dijo a la radio Voice of America el mes pasado. «Pero es muy inteligente, aprende muy rápido y puede ser muy, muy encantadora. No digo blanda, sino encantadora», sostuvo Scowcroft.

   Con 50 años, Rice se prepara para reemplazar a Colin Powell -el integrante del gabinete de Bush internacionalmente más respetado- y convertirse en la segunda mujer en Estados Unidos en ocupar la secretaria de Estado.

   Esta mujer negra, criada en el sur bajo la segregación racial, alcanzó un título universitario a los 19 años, un master a los 20, y luego un doctorado. Fue profesora de la Universidad de Stanford, en California, y más tarde su rectora.

   Recibió los apodos de «la magnolia de acero» y «la princesa guerrera». Algunos dicen que su mayor virtud es su relación con Bush, como compañía en momentos de rezo o de gimnasia, y ser su alma gemela en política.

   El presidente fue muy efusivo cuando anunció su designación como su futura jefa de diplomacia en noviembre. «En Rice, el mundo verá la fortaleza, la gracia y la decencia de nuestro país», dijo Bush.

   Sus críticos aseguran que su estrecha cercanía a Bush podría ser un riesgo en una gestión de »halcones» a menudo vista como peligrosamente aislada y necesitada de la voz de disenso que frecuentemente aportaba Powell.

   Rice fue acusada de hacer muy poco para coordinar a las distintas agencias de seguridad estadounidenses. Richard Clarke, ex funcionario de antiterrorismo, la acusó de haber fallado al no adoptar una actitud más dura contra Al-Qaida antes del 11 de septiembre de 2001.

   Se asegura que la nueva secretaria de Estado ya tiene elegido a su equipo de trabajo, que incluiría al ex representante comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, como su número dos.

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