Tú eres una rata, yo no haré nada por ti, cuando llegues a la casa recoge tu ropa y vete para donde tu mamá y si ella no te quiere haz lo que te venga en ganas”. Esa fue la sentencia que le dictó el padre de un estudiante  de 16 años de edad   del liceo Juan Pablo Duarte cuando fue a la dirección de ese centro para saber el por qué su hijo había reprobado el segundo curso del bachillerato.

La ira del padre fue mayor cuando la directora del centro, Ruth Contreras, le presentó al joven progenitor, de no más de 40 años de edad, el expediente del adolescente, que contenía un informe sobre el mal comportamiento que había registrado durante  el año escolar.  El menor era parte de una banda que operaba a lo interno de la escuela y que se dedicaba a cometer acciones de desorden y maldad a los compañeros y profesores. De acuerdo con el reporte del Departamento de Orientación y Psicología del liceo, el adolescente en varias ocasiones  había lanzado  hacia abajo  sillas desde el segundo nivel del plantel y acudía al aula con unos grandes audífonos colocados en sus oídos, los cuales fueron retirados en varias ocasiones.

 Otro caso que reporteros de HOY observaron fue el de una menor de 16 años de edad que no ha podido ser inscrita  en el liceo porque debe llevar a sus padres o  un tutor con edad mayor de los 21 años. Esa adolescente vive con una amiga de 20 años. Sus padres están en el exterior. Cursó el tercero del bachillerato en el politécnico Santa Ana y no puede reinscribirse allí porque tiene materias pendientes. Otra evidencia de descuido de los padres es la de una madre que esperaba con su hija  a la directora para plantearle la posibilidad de que le buscara una solución viable para la reinscripción en el liceo. La niña había reprobado tres asignaturas en el segundo del bachillerato. Cuando esta reportera le preguntó si ella había ido a la escuela para saber cómo le iba a su hija en sus calificaciones, respondió que esa era la primera vez y que no había ido porque trabaja.