Conductores de autobús se clavan a cruces en protesta laboral

Conductores de autobús se clavan a cruces en protesta laboral

Asunción. Tres conductores de autobús se han clavado a cruces en el suelo en Paraguay y uno de ellos, además, se cosió la boca con alambre para reclamar su vuelta al trabajo tras la suspensión de los recorridos que realizaban.

“Estoy aguantando, pero me duele mucho”, dijo hoy a Efe Elvio Cristaldo, de 39 años, quien lleva 9 días crucificado.

Hace dos días se le unieron sus compañeros Eligio Martínez y Clemente Lovera, quien además se cosió los labios e ingiere alimentos líquidos con una pajilla (pitillo). Están bajo una carpa frente a la sede del Dirección Nacional de Transporte de Paraguay (Dinatran) en San Lorenzo, un municipio del área metropolitana de Asunción.

Hoy les rodeaban decenas de compañeros en huelga, quienes dicen llevar un año y medio protestando contra las dos empresas para las que trabajan, Alto Paraná y Pycasu, que cuentan con la misma administración. Darío González actúa como “enfermero” de los tres chóferes crucificados, pese a que reconoce que no tiene conocimientos médicos.

González relató que los conductores realizaban recorridos entre grandes ciudades de Paraguay, como Asunción, Ciudad del Este, Encarnación y Concepción.

Las empresa les pagaban por cada trayecto que realizaban, sin afiliarles al Instituto de Previsión Social (IPS). Por un recorrido de ida y vuelta de Asunción a Salto de Guairá, de más de 800 kilómetros en total, que se hacía en dos días, ganaban 100.000 guaraníes (unos 24 dólares), dijo a Efe González.

No obstante, las empresas redujeron progresivamente los trayectos que les asignaban, al tiempo que se deterioraban los vehículos.

“Las empresas ya no están en condiciones de darnos trabajo”, indicó González. Los chóferes reclaman al Dinatran que cancele los horarios de transporte de esas compañías y se los asigne a una empresa nueva con la que puedan trabajar. Cristaldo se queja de que en los 14 años que trabajó para esas firmas, no contribuyeron ni un día por él al IPS.

“Reclamamos que se cumpla la ley laboral”, aseveró Cristaldo, padre de tres hijos, quien dijo que su familia apoya su medida de protesta “porque falta todo en casa».

El chofer dijo que los bomberos le han dado calmantes y fármacos para aguantar el dolor en los nueve días que lleva clavado.

El año pasado otros diez conductores de autobús que trabajaban para la empresa Vanguardia permanecieron 63 días crucificados en protesta por el despido de 10 compañeros cuando intentaban crear un sindicato. La protesta terminó cuando la compañía aceptó la reincorporación de nueve de ellos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas