Como es lógico, manejar en exceso de velocidad en horas nocturnas es de considerar un factor de riesgo importante entre los choques con conductores jóvenes. En una encuesta realizada en Estados Unidos, de un millón 53,000 accidentes resultaron involucrados conductores jóvenes que dejaron 3,270 muertes, una estadística mucho más alta que el promedio de accidentes involucrando distintas edades.
En nuestro país no encontramos datos estadísticos de este tipo, pero seguramente no son muy diferentes de los americanos.

Mientras tanto, para los accidentes ocurridos en horarios nocturnos en Estados Unidos que involucran a conductores jóvenes, la tasa de mortalidad muestra 32 muertes por cada 10,000 personas involucradas.

Lo más preocupante es que según los reportes obtenidos, la tasa se incrementa hasta en un 51% cuando los conductores adolescentes viajan con otros contemporáneos a bordo, comparado contra las ocasiones en las que viajan solos.

De esta manera, la presencia de otros jóvenes dentro el vehículo incrementa las posibilidades de sufrir accidentes fatales, no solo para los ocupantes del vehículo, sino también para otros usuarios que comparten las vías públicas con ellos. Cuando un conductor joven es acompañado por uno o más adultos de 35 años o más de edad, la tasa de fatalidades decrece cerca de un 8% comparado con los accidentes en los que solamente hay adolescentes en el vehículo.