Conductores podrían pagar la lucha contra el cambio climático

Conductores podrían pagar la lucha contra el cambio climático

Alex Nussbaum

Los conductores de los Estados Unidos pronto podrían tener un nuevo gasto en algunas gasolineras: el costo de llevar a las calles la lucha contra el calentamiento global.

Nueva York y otros cuatro estados exploran formas de poner un precio a la contaminación del aire producto de autos, camiones, trenes y otros vehículos, que son el origen de más de un tercio de las emisiones de gas de efecto invernadero en el noreste de los Estados Unidos.

El resultado podría derivar en nuevos impuestos, peajes o un sistema de negociación de contaminación que podría generar US$3.000 millones por año o más por tránsito masivo, reembolsos por vehículos eléctricos y otros proyectos, dicen los impulsores de las medidas.

Luego del acuerdo climático de París y en momentos en que los gobiernos se disponen a poner precio a las emisiones industriales, sobre todo las procedentes de plantas de energía, los organismos reguladores ven la contaminación de los tubos de escape como el siguiente paso lógico.

“El transporte es una de las mayores fuentes de emisión de dióxido de carbono en el país y hacen falta estrategias innovadoras para reducir esas emisiones”, dijo en un correo electrónico Lori Severino, una portavoz del Departamento de Conservación Medioambiental del estado de Nueva York.

Severino destacó que las conversaciones “están apenas en sus comienzos” y que no hay preferencia por política específica alguna.

Los estados podrían seguir los pasos de California, que el año pasado extendió su sistema de negociación de contaminación y abarcó a refinerías y distribuidoras de combustibles.

El impacto iría mucho más allá de los objetivos directos, sin embargo, y afectaría a los conductores en las bocas de expendio de combustibles, a las compañías petroleras preocupadas por las ventas de gasolina y también a las empresas automotrices, que podrían presenciar un desplazamiento de la demanda hacia vehículos más eficientes.

En su carta del 24 de noviembre del año pasado, que se dio a conocer en vísperas de las conversaciones internacionales sobre clima en París, los cinco estados se comprometieron a “lograr importantes reducciones de las emisiones del transporte y a proporcionar beneficios económicos netos”.

Además de Nueva York, el plan comprende a Connecticut, Delaware, Rhode Island y Vermont, así como a Washington, D.C.

El grupo aseguró que analizará “políticas basadas en el mercado” para reducir las emisiones del transporte, y se estima que reanudarán las conversaciones este año, según Vicki Arroyo, del Centro Climático de Georgetown en Washington en Estados Unidos, que organiza el análisis.

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Discusiones sobre el cobro

Las opciones en discusión comprenden impuestos, peajes o comisiones basadas en kilómetros recorridos o eficiencia de los vehículos. También es probable que se baraje un sistema de límites y negociación por el cual los organismos reguladores establecen un límite de contaminación total y permiten que compañías específicas compren y vendan permisos que cubran su producción.

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