Los esfuerzos y acciones de las instituciones del sector agropecuario deben enfocarse en mejorar las condiciones de vida de la población rural, consideró la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro).
A propósito de celebrarse hoy el Día Nacional del Agricultor, este colectivo de agroproductores propone que las políticas públicas destinadas a impulsar este sector, que emplea a medio millón de personas en todo el país, deben priorizar la rentabilidad de la producción por encima del precio final de los productos.
“Lamentablemente, el Ministerio de Agricultura se ha enfocado en mantener precios deprimidos para garantizar la alimentación del pueblo dominicano en desmedro de la producción agropecuaria”, expuso el vicepresidente de Confenagro, Emilio Galván, en una visita al diario Hoy.
Para ser sostenible, explicó, la producción agropecuaria debe estar basada en márgenes de rentabilidad, porque de no ser así se incrementaría la pobreza rural, indicador que de por sí ya duplica a la pobreza urbana.
“Toda la política agropecuaria debe girar sobre el concepto de rentabilidad y esta incluye precios justos y una comercialización que beneficie al productor”, señaló Galván.
Sobre los aspectos de la comercialización, la asociación plantea que los mercados agropecuarios sean administrados por los productores para así reducir los niveles de intermediación a los mínimos necesarios.
Visión dual. La confederación apuesta por dos visiones de la agricultura, una enfocada en las exportaciones y la otra protectora del mercado interno.
De igual manera, considera que el desarrollo de una economía de servicios, camino que ha recorrido República Dominicana en las últimas décadas, no debe ir en detrimento del desarrollo agropecuario, ya que ambos sectores pueden convivir y apoyarse mutuamente.
Modernizar instituciones. Para Confenagro las instituciones del sector agropecuario, algunas creadas hace más de medio siglo, flaquean por la antigüedad de sus normas y la estructura administrativa bajo las que se desenvuelven.
“La ley del Ministerio de Agricultura es una legislación atrasada que no está respondiendo a la agricultura que necesitamos, por lo tanto, debe modernizarse y asumir el tema de la rentabilidad por encima de todo”, afirmó Galván.
Además, sostiene que el Instituto Agrario Dominicano (IAD) sea sometido a una transformación profunda, puesto que la reforma agraria por la fue erigido ya cumplió su rol.
A su juicio, el IAD debe convertirse en una institución de desarrollo rural para cubrir “esa gran deuda de crear una institución que vele por la condiciones de vida del habitante rural”.

“Lo que tenemos es una deuda, porque la ciudad se ha desarrollado gracias al campo y, además, debemos proteger los territorios que se están despoblando por las actuales condiciones de la vida rural”, concluyó.
Otros reclamos
Requisitos más estrictos
Confenagro defiende el endurecimiento de las normas y requisitos sanitarios y de inocuidad para la importación de productos agropecuarios.
Energía más competitiva
El sector agropecuario no recibe beneficio alguno por el uso de recursos energéticos, como sí ocurre en el hotelero y en la minería.
Exenciones fiscales
Al hacer una comparación con las exenciones fiscales al sector industrial, al turismo y las zonas francas, el sector agropecuario solo cuenta con una especie de acuerdo con el Gobierno central, el cual no se cumple del todo y no es suficiente para aliviar su carga impositiva.