Los obispos católicos de la República Dominicana queremos en esta carta enviarles a todos los dominicanos palabras de fortaleza ante los difíciles tiempos que estamos viviendo a causa de la pandemia Covid-19, y palabras de esperanza, pues sentimos que fruto de una evangelización centrada en el hogar, como Iglesia Doméstica, las familias dominicanas están ahora más cerca de Dios y de nuestra querida protectora la Virgen de la Altagracia.Fuente Externa
Obispos emiten carta pastoral por los 100 años de la ‘coronación canónica’ de la Virgen Altagracia.
Ante la situación sanitaria y socioeconómica que vive el país, la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) pidió a la sociedad dominicana mantener viva la actitud de servicio y entrega, a no tener miedo al sacrificio y a desprenderse para ayudar a los demás, en especial a los que sufren los embates de la pandemia por la covid-19.
El llamado que hacen los obispos es con motivo de la conmemoración de los 100 años de la coronación canónica de la Virgen de la Altagracia, ocasión que aprovecharon para estimular a su feligresía y a la ciudadanía en general a ser bondadosos, amantes del bien, solidarios, defensores de los desvalidos y protectores de los más sufridos.
Oran por los que sufren. En su carta pastoral, titulada “Nuestra Señora de la Altagracia: un regalo de Dios al pueblo dominicano”, los líderes católicos se refieren a los momentos difíciles que atraviesa la nación dominicana debido a la covid-19, por lo que aseguran acuden a la protección de la Virgen para pedir por todos los que sufren por la pandemia, así como por las autoridades, responsables de la salud y del orden público.
“Que la Virgen de la Altagracia interceda por todos los enfermos con la covid-19, por los más vulnerables, por los deprimidos, por los que han perdido el trabajo con el que mantenían su hogar, por los que cada día salen a buscar el sustento de su familia y que también interceda por los inconscientes, que no les importa ni la salud de los demás, ni el orden en la sociedad”, expresaron los obispos en la carta.
‘No adoran imágenes’. A propósito del tema de la Carta Pastoral de este año, los obispos aprovecharon la ocasión para reiterar que los católicos ‘no adoran imágenes’ y que saben que al único que deben rendir adoración es a Dios. Agregan que su manifestación de amor y cariño a María es un acto de honra como madre de Jesús el salvador.
Manifestaron que la República Dominicana ha sido vista por Dios, el Señor, con mucho amor, piedad y, muy en especial, con paciencia, lo que consideran es debido al fervor y ‘la devoción del pueblo, que bajo cualquier circunstancia ha tenido hacia él el país’, que tiene como norte hacer el bien a sus hermanos y servirles en toda ocasión.
“Nuestro país ha sido y es bendecido por Dios y así lo creemos, por haberse plantado en nuestro suelo, por primera vez en el continente americano, la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, y por dejarnos a María, su Madre, como Patrona del Pueblo Dominicano”, refiere el documento.
Según los pastores católicos, la imagen de la Virgen de la Altagracia es un regalo al pueblo dominicano, a través de una jovencita, llamada ‘la Niña’, que centró sus aspiraciones no en los adornos que embellecen la juventud, sino en el amor y la devoción a la ‘Madre del Cielo’, que en sueño se le había dado a conocer como la ‘Altagracia’.
Dijeron que en la historia ha sido constante que María escoja a personas humildes y limpias de corazón ‘para mostrar su devoción y amor’.
Advocación mariana. Los obispos recordaron que en los inicios de la advocación mariana que tenía dos fechas conmemorativas: 15 de agosto y el 21 de enero, la primera en ocasión de la coronación canónica de la Virgen en 1922 y la segunda fue con motivo a la gran fiesta ofrecida por los higüeyanos, al ‘volver sanos y salvos de la Batalla de la Limonade’.
Manifestaron que debido a la coronación canónica de la Virgen, el 21 de enero fue declarado día de fiesta nacional y religiosa en el territorio nacional bajo el gobierno de Horacio Vásquez, siendo arzobispo monseñor Alejandro Nouel.
Dios más aclamado
La Conferencia del Episcopado destaca que la Señora de la Altagracia es todo un acontecimiento en el pueblo dominicano y que solo el nombre de Dios es más aclamado que el de ella.
Lo que parece imposible
Los obispos señalan que la gente confía, que por su intercesión lo imposible se hace posible.
Alimenta su fe
Entienden que el amor a esa Madre alimenta su fe y le da el aliciente de sentir la presencia de Dios en sus vidas, en la de sus familias y en la de todo el pueblo.