Confesión de Margarita y espejo de Zapatero

Confesión de Margarita y espejo de Zapatero

Políticos opositores, profesionales independientes  e instituciones nacionales hemos clamado por mucho tiempo la reorientación de las políticas gubernamentales. Destacan recientemente el CONEP y el PNUD denunciando  la insostenibilidad del modelo vigente, especialmente en generación de puestos de trabajo y competitividad. Como estos  reclamos no son nuevos, pudiera pronosticarse que volverán a ignorarse. Pero hay dos circunstancias que sugieren  que ahora no seguirán la misma suerte: (1) El pronunciamiento de la Primera Dama y precandidata presidencial del PLD y (2) las recientes medidas adoptadas por el gobierno español.

La primera dama y precandidata presidencial del PLD bajo la consigna, según afiches promocionales, que “con ella seguimos con él”, ante la imposibilidad e impertinencia de la reelección; reconoció, que “estamos perdiendo” “…valores morales…patrióticos…humanos” al  entusiasmarse durante un acto de graduación del programa de adiestramiento especial de las Fuerzas Armadas.

Esta confesión, que releva pruebas, de quien ha estado durante más de diez años, y está, en la cercanía e intimidad presidencial, hace suponer que en las altísimas esferas gubernamentales hay conciencia que la conducción pública no puede continuar como va.

Y puede esperarse que la delincuencia y corrupción, asociada a falta de ética, expresiones de desvalorización moral, sea encarada; que la  penetración cultural exógena, dependencia a endeudamientos hasta convertirnos en prisioneros de proveedores de recursos y la pasividad ante la penetración haitiana, serán detenidas para proteger  valores patrióticos; que lo humano será retomado en  programas educativos para que nuestra población, incluyendo funcionarios, reaprendan: hablar y escribir nuestro idioma, formación cívica y solidaria, y las reglas matemáticas para que tecnología y competitividad sean realidades, y hasta reducir escarceos electorales perjudiciales a la democracia.  

Las recientes medidas fiscales adoptadas por el  gobierno español, obligado a recortar gastos por sus socios europeos después de haber resistido esta  exigencia de la oposición doméstica, han concitado reacciones populares en su contra, hasta el punto de colocar su partido en un lejano segundo lugar, provocar movilizaciones de protesta por parte del movimiento sindical español y ocupar la peor evaluación en la más reciente encuesta de popularidad entre 22 gobernantes ibéricos efectuada por Iberobarómetro.

Y como el presidente dominicano no querrá calzar los zapatos de Zapatero, especialmente si tiene la intención de proyectarse internacionalmente o seguir  gobernando a través de la primera dama; luce esperanzador el relanzamiento nacional a través de la reorientación de las políticas gubernamentales, especialmente fiscales y apoyo a sectores productivos generadores de puestos de trabajo,  fortaleciendo así el sustrato económico que viabilice el rescate de valores morales, patrióticos y humanos cuya pérdida denunciara la primera dama.

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