LUIS MANUEL PIANTINI MUNNIGH
Si de algo deben aprender los nuevos gobiernos de los que abandonan el poder, es el de no cometer los mismos errores de los anteriores para no perder el apoyo político de la población. Basta un error de política económica para que se pierda el andamiaje en que se construye la credibilidad en las ejecutorias públicas.

Pero también la arrogancia enceguece y el creer que este país sigue siendo la finca lechera del Generalísimo para los que detestan el poder, en su versión tercer mundista latino-caribeña del; L»Etat c»»est moi, va socavando la confianza de los electores en sus elegidos.

Que ha acontecido a partir del 16 de mayo en política económica para que tanto la tasa de cambio como la tasa de interés de las subastas del Banco Central hayan experimentado una vertiginosa caída de más del 30%? Una sola palabra, Confianza, donde una vez más se comprueba al accionar de lo que los economistas llaman; La Teoría de las Expectativas Racionales.

No obstante, y que durante todo el período que abarcó los siete primeros meses y medio del año, existió una política de gasto público expansiva, contrarrestada con una política monetaria restrictiva, el comportamiento de los dos precios del dinero fue diferente antes y después del 16 de Mayo.

Y esto se ha logrado sin estar vigente el Acuerdo con el FMI. Sólo la esperanza por parte de los entes privados de que se producirá un cambio en el modo de accionar de las nuevas autoridades públicas, creándose las condiciones necesarias que permitan rescatar ocho años perdidos de la economía dominicana (el PIB por habitante en dólares del año 2004 terminará siendo similar al del año 1996) ha modificado el comportamiento de esos entes y producido esta importante mejoría en el costo del dinero.

El país estaba esperando escuchar lo que escuchó de labios del Presidente en su discurso inaugural, pero también el país esta atento y en espera de que esos compromisos comiencen a percibirse como parte de sus ejecutorias, inclusive desde el primer día.

El país no quiere ver repetir el mismo accionar político del tremendismo tradicional; el de lo mío del clientelismo partidista ni el de la arrogancia del ignorante o del dogmático. El país quiere ver de este experimentado Presidente un cambio que sea permanente en la mentalidad política de dirigir el país y el Estado.

El país quiere ver plasmada una revolución de respeto y fortalecimiento institucional y la concertación desde sus primeros meses de un Proyecto-Nación de largo plazo, que rescate al país y que cuente con el apoyo de una amplia alianza de diversas fuerzas políticas y sociales, como se ha dado en Chile durante los últimos quince años, comprometida con un futuro más estable y promisorio para los pobladores de esta desgraciada nación de esperanzados, que es azotada cíclicamente por el mismo huracán depredador de los ingresos, de la institucionalidad y de los valores éticos y morales.

El país le esta diciendo al Presidente que ejerza su liderazgo para la concertación de voluntades, y que esta dispuesto a participar en ese compromiso con objetivos claros y definidos que sean respetados por todos los gobiernos sucesivos, para evitarle nuevos sufrimientos a este pueblo y para que el agotamiento de lo soportable no destruya la democracia que con tanto sacrificio esta siendo edificada.

Pero el país quiere ver desde el inicio acciones concretas como es la del cumplimiento de los procedimientos institucionales. El nombramiento de un Superintendente de Valores y de un Intendente de Bancos sin la participación de una Junta Monetaria, tal y como lo ordenan las leyes respectivas, que transcurrió la primera semana sin ser constituida, careciendo el país del organismo rector de la Política Monetaria Financiera y Cambiaria en medio de una profunda reforma financiera, son situaciones que este Gobierno no debe darse el lujo de repetir. Y es lo menos que esta población esperanzada espera del accionar de este Gobierno, para reestablecer la confianza en el futuro de esta nación, que nuevamente comenzó a construirse, a partir del pasado 16 de mayo.