Confianza en economía es baja

Confianza en economía es baja

En los meses  abril y mayo hubo  una recuperación en  la   percepción que tienen los agentes económicos sobre la  economía y  sus  expectativas, recuperándose a los niveles observados entre mayo y agosto de 2008, pero permanecen aún muy por debajo de los  observados durante el 2007.

Estos son los resultados de la encuesta de la Asociacíon Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) sobre la opinión empresarial.

ANJE considera que la mejoría observada  obedece a la disminución que tuvieron los precios del petróleo, lo cual hizo que hubiera cierta estabilidad, pero esta situación irá cambiando, pues el crudo está encareciéndose exponencialmente.

ANJE resaltó que  los indicadores han mejorado, lo cual es favorable. Dijo que estos  aún se encuentran en los niveles observados en el 2008, cuando habían disminuido de forma significativa. “Dos elementos que a nuestro juicio incidieron negativamente en el 2008 fueron la celebración de las elecciones presidenciales en mayo de 2008, que incidió en el aumento del déficit fiscal, que continúa ocurriendo en períodos electorales y los altos precios del petróleo, por la presión que ejerce en el índice de precios y en la balanza comercial”, explicó la organización empresarial.

No obstante, ANJE considera  que los efectos de la crisis financiera a nivel internacional sobre la economía dominicana seguirán incidiendo de forma negativa en la confianza y percepción sobre la situación económica nacional durante el año 2009.

En cuanto a las expectativas de tasa de interés, un 50% espera que continúe reduciéndose; un 45.7% no espera cambios en la misma, mientras que el restante 2.2% no espera cambios en la cotización de esta. En cuanto a las expectativas de la tasa de cambio, un 26.1% de los encuestados entiende que la misma se mantendrá en los niveles actuales o disminuirá, y el resto considera que aumentará.

Principales consideraciones.   Señalan que son muchos los problemas a enfrentar, pero sugieren a las autoridades afrontar  de manera inmediata y sin matices políticos estos cinco temas, cuyo efecto multiplicador les  permitirá resolver los demás con mayor facilidad:

1. Problema eléctrico. El cual consideran que continúa sin ser capaz de alcanzar su equilibrio financiero, como consecuencia de la incapacidad de enfrentar el fraude.

Esta situación ha provocado la acumulación de deudas que no son posibles saldar con los recursos generados a través del sector eléctrico. Esto implica seguir sacrificando inversiones en salud, educación e infraestructura para mantener un servicio precario. 

2. Institucionalidad. Dicen que en la  medida en que se construyan  instituciones fuertes, se logrará  la continuidad del Estado y el respeto a las leyes.

3. Educación. Señalan que es imprescindible para crear mayor conciencia sobre  la importancia de cambiar los patrones de consumo, para buscar nuevas alternativas que permitan una mejor calidad de vida y un sector productivo más competitivo, para contar con una población más consciente del medio ambiente y, sobre todo, con una población con más oportunidades. 

4. Invertir más y gastar menos. Les preocupa  que se  sacrifique la inversión pública para financiar el gasto corriente del Gobierno y el pago del servicio de la deuda que, según ellos, en muchos casos ha sido tomado por los  gobernantes sin mayores criterios. 

5. Relación Domínico-haitiana. Los encuestados dijeron  que existen  factores no solo geográficos sino económicos y sociales que nos unen con Haití, por lo que se hace necesario que esa relación  bilateral sea regularizada  antes de que se convierta en un problema de repercusiones incalculables. 

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Necesidad

Anje concluye insistiendo en la necesidad de un plan de  “Educación y  de Nación, señalando que estos  son dos factores comunes en el éxito alcanzado por países como Chile, Corea, Singapur, entre otros. Y agrega “ En República Dominicana sabemos qué hacer. ¡Hagámoslo!”.

Otros asuntos imprescindibles

  Invertir más y gastar menos. A  los jóvenes empresarios les preocupa también que  se  sacrifique  la inversión pública para financiar el gasto corriente del Gobierno y el pago del servicio de la deuda.

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