Washington, EFE.- Las autoridades médicas de la ciudad estadounidense de Denver emitieron una orden de confinamiento contra Andrew Speaker, el paciente enfermo de una grave variante de tuberculosis que esta semana hizo saltar la alarma tras dos vuelos transatlánticos, según se supo.

Speaker, un abogado de 31 años, permanece aislado en el «National Jewish Medical and Research Center» de Denver (Colorado), un centro altamente especializado, para recibir tratamiento contra su tuberculosis, una variante resistente a los antibióticos conocidos. La orden de confinamiento en Denver, expedida la noche del sábado, permite levantar otra de cuarentena emitida por las autoridades federales esta semana, por primera vez desde 1963, informaron los médicos que tratan al paciente. La cuarentena es restrictiva a nivel federal mientras el confinamiento implica nada más a Denver.

La orden de cuarentena se emitió después de que Speaker tomara varios vuelos, dos de ellos transatlánticos, para casarse en Grecia y pasar su luna de miel en Italia y República Checa. Según ha declarado su abogado, tomó un vuelo de regreso, contra las órdenes de los médicos, porque temía por su vida y quería tratarse su dolencia en Estados Unidos.

   Como se encontraba en una lista de pasajeros a los que se les había prohibido volar, hizo el regreso en un avión a Canadá y desde allí viajó en automóvil a Nueva York, donde se puso en manos de las autoridades. En declaraciones al programa «Good Morning America», Speaker, que habló acompañado de su nueva esposa y protegido con una máscara, pidió el viernes perdón por los daños causados y aseguró que nunca quiso poner en peligro la vida de nadie.

   Las autoridades sanitarias han recomendado a los pasajeros y a la tripulación del vuelo que estuvieron sentados a dos filas del enfermo que se sometan a análisis médicos ante la posibilidad de contagio.    El resto de los pasajeros no se considera que tengan un alto riesgo de haber sido infectados.

En sus declaraciones, Speaker indicó que en ningún caso las autoridades sanitarias le dijeron claramente que no podía volar antes de partir a Europa. En un comunicado emitido a última hora del sábado, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos indicaron que investigarán el posible papel del suegro de Speaker, Robert Cooksey, un especialista en el área.