La autoridad y credibilidad del gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, y en menor medida la del superintendente de Bancos, Alejandro Fernández, son más que suficientes para aceptar sin ningún tipo de duda su categórica afirmación sobre la solidez y solvencia del sistema financiero nacional.
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Con datos y estadísticas irrefutables, los dos principales rectores del manejo de la política monetaria y financiera del país han despejado temores y suspicacias naturales en un mundo dominado por los conflictos de la geopolítica y los vaivenes de la economía mundial.
Valdez Albizu, cuya gestión al frente del BCRD ha servido de modelo en todo el continente americano y a nivel universal tiene toda la autoridad del éxito logrado en diferentes Gobiernos y es una especie de funcionario que siempre está delante de la jugada como se dice en el argot beisbolero, con Alejandro Fernández ha hecho una perfecta y armoniosa combinación y ahí están los buenos resultados.