JINAN. La justicia china confirmó ayer la pena dictada contra Bo Xilai, ex miembro del Buró político del Partido Comunista de China (PCCh), después de que éste apelara su condena a cadena perpetua por corrupción y abuso de poder pronunciada el mes pasado.
«La mañana del 25 de octubre, el Tribunal Popular Superior de Shandong rechazó el recurso y confirmó la sentencia de Bo Xilai a cadena perpetua por corrupción, malversación de fondos y abuso de poder», anunció la agencia oficial de noticias Xinhua en su cuenta Weibo, el equivalente chino de Twitter. La confirmación de la cadena perpetua contra Bo Xilai -una condena decidida al más alto nivel del Partido Comunista, al que está sometida la justicia china- sella el destino del más alto dirigente chino llevado ante los tribunales en los últimos años, en medio de un escándalo político y jurídico que ha sacudido al régimen. «Los hechos establecidos en primera instancia eran claros, y las pruebas eran concretas y suficientes.
Los procedimientos eran conformes con la ley», dictaminó el tribunal, que añadió que «los argumentos de Bo y sus abogados (…) carecían de fundamento fáctico y jurídico, por lo que no eran válidos». «La sentencia es definitiva», agregó la corte