Roma, (EFE).- El Tribunal de Apelación de Brescia, en el norte de Italia, confirmó la condena, emitida en primera instancia, de 30 años de cárcel para Mohamed Saleem, el padre de Hina, la joven pakistaní asesinada en 2006 por tener un comportamiento demasiado «occidental».

Con el nuevo fallo se redujeron las penas de 30 a 17 años de cárcel para los dos cuñados de la joven, considerados cómplices del padre en un crimen que conmovió a la opinión pública.

Mientras, se confirmó la pena de 2 años y 8 meses impuesta en primera instancia a un tío de la chica, por el ocultamiento del cadáver.

Hina Saleem, de 21 años, fue degollada el 11 de agosto de 2006 por su padre, quien admitió los hechos, y que contó con la complicidad de dos familiares, que engañaron a la joven para que regresase a casa.

Saleem consideraba a su hija una vergüenza, «pues no respetaba las normas de su cultura de origen». Hina estudiaba y se mantenía con su trabajo en una pizzería, se vestía como el resto de chicas italianas y convivía desde hace algunos meses con su novio italiano.

Además, la joven, nacida en Pakistán pero crecida en Italia cuando su familia se trasladó a este país, se había opuesto a casarse con la persona que le había elegido su familia, lo que desencadenó el homicidio.

La joven, tras ser degollada, fue enterrada en el jardín de la casa familiar, donde fue encontrada por la Policía después de que su novio italiano denunciase su desaparición. EFE