Las Galeras, Samaná.-La escaramuza se perfila como un aparente mal entendido, pero el conflicto en esta comunidad turística podría reeditar la histórica batalla de 1493 de Cayo de las Flechas, entre españoles y aborígenes que utilizaron el único recurso de defensa contra sus poderosos enemigos: Flechas puntiagudas.

El período de incubación del virus de la discordia comenzó apenas semanas después de  la toma de posesión de las autoridades de este distrito municipal. El síndico electo, Erquidemio Balbuena Agueda (Putín), peledeísta, ganó por un estrecho margen de tres votos.

“Desde que me senté en mi escritorio y empecé a trabajar, a tapar  hoyos en la carretera, a limpiar playas y caminos que permiten el acceso a la playas de Las Galeras, inmediatamente las autoridades de Medio Ambiente me cayeron encima, diciéndome: Usted no puede hacer esto, usted no puede hacer lo otro; amenazándome, citándome a Samaná y a Santo Domingo, molestándome sin ninguna justificación”.

“Putín” reclama el derecho a dirigir los trabajos de la comunidad. “Para eso me eligieron, para trabajar, para mejorar las condiciones de vida de los munícipes, para crear las condiciones que permitan desarrollar el turismo en Las Galeras”.

Cita el caso de Playa Rincón, una de las más hermosas del país, a la que  el acceso es imposible. Los turistas han dejado de frecuentar ese paradisíaco lugar. “Cuando se inició una jornada para mejorar el camino y limpiar la playa,  inmediatamente vinieron la gente de Medio Ambiente y me dijeron que yo no podía hacer eso”.

“Hemos tenido problemas con Medio Ambiente porque en el área  protegida de Cabo Cabrón hay más de 60 casas y villas lujosas, costosas.  Eso ha perjudicado el turismo en Las Galeras. Aquí han venido inversionistas a retirar los permisos de construcción, porque las obras están paralizadas. Así no se desarrolla el turismo”.

Según Putín, parte de los terrenos de las áreas protegidas Monumento Natural Cabo Samaná y Parque Nacional Cabo Cabrón están amparados con títulos de propiedad con más de 60 años. “Hay mucha incertidumbre, mucha angustia en Las Terrenas por esa situación”.

El monumento Natural Cabo Samaná fue creado mediante la ley 2002-04. Tiene una extensión territorial de 9.5 kilómetros cuadrados. El Parque Nacional Cabo Cabrón, creado con el decreto 233-96, mide 35.7 kilómetros cuadrados. Originalmente su extensión era 142 kilómetros cuadrados, pero la ley 2002-04 lo redujo a dos terceras partes.

Las autoridades de Medio Ambiente aseguran que ambas áreas protegidas están “fuera de zonas habitadas por personas”, y lo que existe es bosques y acantilados.

Otro inconveniente con Medio Ambiente, que “Putín” dice haber  tratado de conciliar, sin éxito, es la utilización de material para reparar caminos. “Hay una mina privada de donde la compañía brasileña Odebrecht  extrae material para los trabajos de la carretera Samaná-Las Terrenas. Pero a mí me han negado ese derecho. Me dicen que si saco aunque sea un poquito de material, me van a meter preso”. Entiende que las autoridades de Medio Ambiente se creen que están por encima de todos los ayuntamientos del país y no permiten que los síndicos hagan el trabajo comunitario.

Algunos dirigentes comunitarios, irritados por la situación, sugieren un enfrentamiento frontal con Medio Ambiente, pero “Putín” y otras personas aconsejan consensuar una solución amigable.

José Rijo, ex lanzador  de Los Rojos de Cincinnati, se ha sumado a la causa comunitaria aportando útiles e instalaciones  deportivas y canalizando con las autoridades equipos, técnicos y recursos para resolver los problemas de la zona.  “Si Las Terrenas tuviera a diez  José Rijo, esta comunidad sería otra cosa. Es un hombre cooperador, que muestra preocupación por los problemas y nos ayuda a resolverlos desinteresadamente”. El ex jugador de Grandes Ligas tiene una hermosa residencia e inversiones en la zona.                         

                                          Aleja inversiones.   El ingeniero Albín Rodríguez, ex síndico de Las Terrenas, tiene una posición al respecto: “El turismo se ha ido alejando de Las Terrenas por culpa de Medio Ambiente, que han incluido propiedades tituladas, viviendas, villas y castillos dentro del área protegida.  Ese mensaje negativo lo están enviando a Inglaterra, Italia, Francia, España y Canadá, donde residen los propietarios de esas mansiones. Esta situación le ha quitado la dinámica económica a este pueblo y ha generado mucho desempleo.

“La Junta Distrital  de las Galeras, a la que yo pertenezco, confronta un problema serio con el señor Rafael Gómez, encargado provincial de Medio Ambiente, y con el director provincial de áreas protegidas, quien es primer teniente del Ejército Nacional. Estas dos personas son un azote en esta comunidad.

Hay una mina en terrenos privados de nuestro amigo Teófilo Zorrilla, y la Junta Distrital de Las Terrenas, no el síndico, estamos utilizando material de esa mina, y Medio Ambiente se opone. Nosotros no tenemos que pedirle permiso a ningún ministerio para reparar caminos vecinales de nuestra comunidad. Hemos conseguido equipos para esos fines, pero Medio Ambiente paralizó los trabajos. Esa gente no quiere desarrollo turístico ni de ningún tipo para esta zona. Jaime David debe venir a dar la cara”.

Prioridades de Las Galeras de Samaná

Los  estudiantes carecen de transporte para asistir a clases. Varios jóvenes del distrito municipal de Las Galeras se han formado en carreras técnicas en el Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotpe). La mayoría de las estructuras físicas de las escuelas públicas están deterioradas. La red de caminos vecinales que permiten acceso a las playas se han deteriorado por falta de mantenimiento. El trayecto es tortuoso, saturado de hoyos, lodo, troncos y pencas y de coco.  Es el caso Playa Rincón. Otras  playas presentan un feo aspecto.  Es un completo desastre en medio de tanta belleza. Esa situación afecta el turismo.

La comunidad es habitada por un poco más 11,600 personas. El presupuesto del distrito municipal es de RD$850,000.00 cada mes. De esa cantidad, 30,000 se pagan por derecho a vertedero y alrededor de RD$150,000.00 pesos al mes en recolección de desechos sólidos. Como otros tantos e el país, el pequeño cabildo carece de equipos para enfrentar los múltiples problemas comunitarios. Tiene una nómina de 42 empleados.