POR LUIS M. CARDENAS
El presidente Leonel Fernández dijo anoche que la presión de Estados Unidos sobre Irán por el  programa de enriquecimiento de uranio para fines nucleares, se reflejará aquí en un incremento del precio de la gasolina y de la tarifa eléctrica. Manifestó que esa situación se dará porque ese mecanismo de presión ha provocado un incremento en el precio del petróleo a US$69 el barril, hecho que va a tener repercusiones en el país.

 “Indiscutiblemente, se va a reflejar en un incremento del precio de la gasolina y, tal vez, en algún momento, hasta un incremento en el precio de la tarifa eléctrica”, sostuvo el mandatario.

Fernández opinó en esos términos al hacer un recuento de lo que ha sido el imperialismo a través del tiempo, incluyendo el inglés y el romano, y  citó como ejemplos el conflicto Irán-Estados Unidos, la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el ataque terrorista del 11 de septiembre del 2001, la guerra de Irak, la guerra de Corea, de Vietnam, y otros hechos protagonizados por diferentes imperios,  para explicar cómo esos conflictos han beneficiado sus respectivas economías.

El presidente Fernández habló en el auditorio del Banco Central al encabezar la puesta en circulación de la nueva edición del libro “El Pentagonismo, sustituto del imperialismo”, escrito por el extinto presidente Juan Bosch, además de las obras “Temas internacionales y ensayos” y “Cuadernos de la Cátedra Profesor Juan Bosch”.

Afirmó que la guerra en Irak le ha costado a los Estados Unidos US$300,000 millones, pero resaltó que a raíz de la Primera Guerra Mundial se produjo una depresión enorme que causó desempleos.

Destacó que mientras fue beneficioso se mantuvo la esclavitud y que mientras era beneficioso también se mantuvo el imperialismo clásico, y que este último se manifestaba con la ocupación de territorios.

Explicó que fue el proteccionismo de la primera década lo que provocó la Primera Guerra Mundial y se definió una guerra de rapiña entre las potencias imperialistas de la época por una práctica de política proteccionista.

Manifestó que en el neocolonialismo, como fase superior del imperialismo, se establece forma de dominación más sutiles, más indirecta que por la vía de las finanzas internacionales, el comercio, la inversión y la hegemonía de un país sobre otro. Reiteró que la investigación científica en Estados Unidos es originalmente militar y que cuando ha agotado un ciclo de uso militar es que pasa a lo civil, y puso como ejemplo el Internet.

Explicó que las investigaciones están en relación entre el mundo empresarial, industrial, los militares norteamericanos y las universidades, para hacer de la economía de guerra el pilar de sustentación del crecimiento económico.

El mandatario dijo que las guerras han dinamizado la economía de los Estados Unidos y puso como ejemplo la Segunda Guerra Mundial que permitió superar la crisis que afectaba a esa nación como consecuencia de la Primera Guerra Mundial.

Asimismo, dijo que la Segunda Guerra Mundial demostró que una jornada bélica se convirtió en prosperidad, en bonanzas con la construcción de tanques de guerra y aviones, lo que, a su entender, dinamiza la economía.

Manifestó que eso demuestra que la guerra es una fuente de prosperidad y progreso, pero que al terminar vuelve la depresión como ocurrió al término de la guerra fría.

Sin embargo, destacó que Simons Newman consideró que la economía norteamericana de post guerra es la economía de la guerra permanente, lo que permitía el dinamismo en la nación.

Destacó que esto se demuestra con la participación norteamericana en las guerras de Corea y Vietnam, por lo que, a su entender, hay una relación entre los conflictos mundiales y la prosperidad  y el progreso de la economía de los Estados Unidos. Al exponer en la puesta en circulación del libro, Fernández dijo que  Bosch demostró en su obra que la guerra tenía un sentido comercial y una prosperidad.

Destacó que las fuerzas militares de un país pentagonista no se envían a conquistar dominio colonial, sino que se hace para conquistar posición de poder en el país pentagonista, no en un país lejano.

Dijo que lo que se busca no es un lugar donde invertir capitales, sino tener acceso a los cuantiosos recursos económicos para la producción industrial de guerra, beneficioso donde se fabrican las armas, no donde se emplean.