POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
El Centro de Gastroenterología, adjunto al hospital Luis Eduardo Aybar, atraviesa una nueva crisis de gerencia debido a discrepancias entre la administración y la dirección del centro. Hasta ayer los empleados no habían cobrado la regalía, ni el sueldo correspondiente a diciembre.

La información fue suministrada a HOY por fuentes de ese centro, único en su género, que fuera donado al país por el gobierno de Japón, que además entrenó su personal.

La situación está llevando el centro al desabastecimiento, porque la directora se niega, por desconfianza, a firmar las órdenes de compra.

Las áreas más afectadas son los laboratorios y radiología, en las cuales es necesario comprar reactivos y placas.

En una comunicación fechada el 20 de diciembre y enviada por el administrador, Edgar Reyes, a la doctora Carmen Báez, directora del Centro de Gastroenterología, el funcionario prácticamente le ruega que firme las requisiciones de pago o compras.

La fuente que ofreció las informaciones a HOY aseguró que las diferencias entre ambos funcionarios han comenzado a afectar el servicio que allí se brinda a la comunidad.

En el centro hospitalario se hacen estudios especializados para problemas hepáticos y del estómago. La gente paga una  cuota relativamente económica para lo que cuesta un estudio de ese tipo en el mercado privado.

Hace menos de dos meses que el centro fue tomado y material destruido por peledeístas de la zona que exigían empleos. Esos militantes políticos han sido reubicados en posiciones técnicas y el problema es todavía mayor, se informó a HOY.

Los técnicos y médicos del centro están atemorizados, porque no hay una descentralización. Por el contrario, un centro que es autogestionable, ahora es usado para emplear gente de los partidos. Ese proceso comenzó con el Partido Revolucionario  Dominicano (PRD) y siguió con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Técnicos han sido cancelados, mientras otros que habían sido despedidos por problemas de disciplina han sido reincorporados a sus puestos, lo que comienza a preocupar al personal especializado.

Otros componentes que dañan al centro lo constituyen el temor que se ha apoderado de los empleados ante el rumor de que en enero habrá otra ronda de cancelaciones.

El centro de Gastroenterología ha sido concebido como un modelo de descentralización, pero el temor es que se siga politizando lo que ha sido su historia.

En los laboratorios la situación se torna preocupante, porque comienzan a faltar los insumos y el material gastable, dado el problema de pago que genera la desconfianza. Trascendió que la doctora Báez cuida sobremanera el querer hacer una gestión transparente, pero que con su empeño dificulta la labor administrativa.

Sectores consultados pidieron a las autoridades que se respete la descentralización y autonomía de dicha institución.

Pidieron a las autoridades que respeten la autonomía de un centro que es considerado un modelo en América Latina. Tienen informaciones de que Salud Pública busca tener la nómina del centro, lo que va en contra de todos los postulados de la reforma sobre descentralización.

Se expresó que algunos nombramientos se han hecho sin el consenso de los organismos que dirigen el centro.