Conflictos entre hermanos

Conflictos entre hermanos

KEDMAY T. KLINGER BALMASEDA
Al nacer un nuevo miembro de la familia los celos de los hermanos/as mayores son inevitables. Aparece en los niños sobretodo cuando creen que van a perder el cariño de sus padres y es por eso que muchas veces se crea la rivalidad entre los hermanos.

Sin embargo, primeramente, es preciso que entendamos que no importa qué tan bien se comporten los hermanos, ocasionalmente por esta razón o por miles más, los hermanos pelearán o discutirán entre ellos mismos y esto resulta una parte normal y saludable de sus vidas, que deben aprender a manejar y sobrellevar sanamente.

La severidad y frecuencia de la rivalidad entre hermanos depende de muchas cosas, inclusive la diferencia de edad, la personalidad, y la manera en que los padres manejan las peleas.

Los conflictos entre hermanos son inevitables, siempre que dos o más niños viven juntos, habrá rivalidades y celos. Los padres no pueden eliminar estos problemas entre hermanos, pero pueden ayudar a disminuirlos.

Es importante que tratemos a los hijos como personas, que pueden entender y comprender todas las situaciones, a los que continuamente se les debe también resaltar sus características únicas al igual que su individualidad, reconociendo siempre sus logros personales.

Dedique tiempo a sus hijos. No importa cuantos niños tiene, cada uno de ellos necesita atención individual de cada uno de los padres. El tiempo que les dedica a sus hijos no tiene que ser complicado. Leer o tomar un paseo, o ir a un mandado son maneras simples de compartir el tiempo con sus hijos. Dedicándoles tiempo a los hijos no solo reduce la rivalidad, sino que también fortalece las relaciones entre padres e hijos.

Eso si, Usted debe estar consciente de su estilo para resolver problemas. Los padres deben poner atención a la forma en que ellos conviven con otros adultos, inclusive sus parejas, ya que los niños aprenden a solucionar problemas observando a sus padres, y éstos deberían mostrarles a sus hijos maneras apropiadas de solucionar conflictos.

Es necesario que los padres, tutores, y profesores, eviten las comparaciones entre los hermanos aunque sean positivas; si se mantiene a un hermano como ejemplo para el otro, se corre el riesgo de intensificar la rivalidad, puesto que las comparaciones pueden lastimar y causar desesperanza, si uno de los niños se siente menos que el otro.

Frente a una pelea entre los niños, es muy importante que no escoja favoritos. Los padres deberían tratar de permanecer neutrales en estas discusiones de hermanos, ya que los niños a menudo tratan de involucrar a los padres en sus peleas como una forma de ganar control sobre alguna situación. Pero los padres deberían tratar de no intervenir en las peleas y que, por el contrario, los niños puedan solventar por ellos mismos, con excepción de los casos de peleas de puños, en donde sí se debería intervenir para asegurarse de que sus hijos sepan que no se les permite lastimarse uno al otro. Intervenir, sin embargo, no significa que los padres deben escoger un favorito. Una buena manera de mantener la neutralidad es demandar simplemente que la pelea termine y no dar cabida a los argumentos o explicaciones.

Ya que se le debe dar a los hijos la responsabilidad de resolver sus conflictos, los padres deben evitar ser puestos en el papel de jueces en las discusiones de los hijos y convendría en cambio permitir y promover que sus hijos resuelvan sus propios problemas, ignorando conflictos pequeños y permitiendo que sus hijos encuentren soluciones por su propia cuenta.

Una buena forma de manejar esta rivalidad entre los hermanos, es enseñándoles a los niños a buscar alternativas para sobrellevar esos conflictos, mostrándoles las herramientas necesarias para alcanzarlo, como paciencia, tolerancia y comprensión para lograr alejarse de la pelea y negociar.

Es primordial que a los niños se les dé la oportunidad de decir cómo se sienten, de platicar sobre el caso, apoyando la expresión de ideas de manera positiva y asegurándose de que sepan que pueden consultar a sus padres para conversar de sus problemas.

La rivalidad entre hermanos y hermanas es parte de la vida. Siempre habrá desacuerdo entre hermanos. Sin embargo los padres pueden usar las oportunidades para enseñar a sus hijos como resolver conflictos, ésta es una herramienta muy útil en la vida. La rivalidad entre hermanos tiene un lado positivo también, al aprender a manejar la rivalidad, los niños aprenden a cooperar, resolver problemas, y negociar. Es probable que crezcan siendo tolerantes con otras personas, y más generosos también.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas