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LA PAZ (AFP) .- Los conflictos sociales no dan tregua al presidente boliviano Evo Morales, que la próxima semana debe afrontar una huelga de hospitales, protestas por la crisis de la aerolínea LAB y amenazas del transporte, apenas después de que este sábado cesara una disputa regional por el gas.
Ante la ola de conflictos, las autoridades advirtieron que los únicos perjudicados con la huelga de trabajadores en salud serán los de la población de menos recursos, según el vocero presidencial Alex Contreras.
Mientras tanto, el sector ratificó un paro entre el martes y miércoles de la semana próxima en rechazo a un aumento salarial del 7% propuesto por el gobierno.
El principal ejecutivo del gremio de trabajadores en salud, José González, deploró que el gobierno no haya atendido sus demandas, que incluyen además la creación de más de 7 mil nuevos puestos de trabajo.
La medida no afectará sin embargo los servicios de emergencia, según los organizadores de la protesta.
El anuncio de las protestas reflotó poco después de una huelga regional que afectó las exportaciones de gas natural a Brasil y Argentina concluyera este sábado tras ocho días de conflicto.
Las protestas regionales impidieron que se desplazaran equipos técnicos al campo petrolero para reparar la rotura de tres ductos de gas y petróleo, provocada por las lluvias, que mermó las entregas de gas a los países vecinos.
Con la solución del conflicto regional los equipos se desplazaron de inmediato y anunciaron que repondrán los ductos en cuestión de dos o tres semanas.
El gobierno informó que el motivo de la huelga regional -una disputa por la propiedad de un territorio donde está ubicado un megacampo petrolero- será analizado desde el punto de vista técnico en un plazo de 30 días, lapso en el que habrá un receso en las protestas.
Con el cese de la protesta está garantizado el suministro de gas a Brasil y Argentina y se reanudará el comercio en la frontera con Argentina.
En la ampulosa agenda de conflictos figura también en primer orden las protestas de funcionarios del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) y organizaciones cívicas de Cochabamba (centro del país) que exigen una solución a la aguda crisis financiera de la empresa de aviación de capital mixto.
La organización cívica de Cochabamba anunció una reunión para el lunes que, según los organizadores, podría decidir una huelga de un día.
Las protestas contra el accionista mayoritario del LAB, Ernesto Asbún, resurgieron este sábado con plantones en las instalaciones de la empresa en Cochabamba y Santa Cruz.
Los funcionarios, que reclaman el pago de sueldos retrasados, manifestaron también frente a una residencia y un canal de televisión de propiedad de Asbún.
La crisis parecía encontrar una salida hace tres días luego de que Asbún, resistido propietario del 51% de las acciones, aceptó transferirlas a los empleados por un monto de unos 3 millones de dólares, en una frustrada gestión.
El Estado posee el 49% del paquete accionario de la aerolínea que fue capitalizada en 1996 por la brasileña VASP con activos de unos 60 millones de dólares.
Según estimaciones de Asbún, acusado por pilotos y empleados de malos manejos, LAB tiene un pasivo de al menos 160 millones de dólares.
En otro frente, el poderoso gremio de los transportistas, que se niega a emitir factura y pasar a un nuevo régimen impositivo, anunció también una reunión ampliada en Cochabamba el martes para definir nuevas protestas.
Los choferes semiparalizaron el país esta semana con una huelga que afectó también a taxis y buses de servicio urbano.
