Conflictos y precariedades

Conflictos y precariedades

Las quejas, a veces con tono de indignación, se escuchan con frecuencia. Se crítica a la Justicia porque algunos entienden que  concede   libertad fácilmente  a personas que la Policía pone en sus manos tras reunir elementos para que sean formalmente  acusadas de delitos. En respuesta, el Ministerio Público dijo hace poco que ha comprobado  que la Policía en muchos casos viola los derechos humanos  al detener ciudadanos.

Para la sociedad  resulta tan grave una cosa como la otra: que la fuerza se pase de la raya  o que jueces y fiscales abusen de la flexibilidad al interpretar el Código Procesal Penal. Los alegatos contrapuestos  que acabamos  de exponer pasaron  muy rápido a un segundo plano, con riesgo de que la opinión pública no pueda reaccionar como corresponde.

El  dedo debe ser puesto de nuevo en la llaga porque lo que está en juego es la seguridad ciudadana. Las últimas  acciones policiales y judiciales deben ser evaluadas y seguidas con interés desde la sociedad civil y, particularmente, desde las instancias superiores que son las que deben armonizar y hacer efectivas tales funciones. Sin perder de vista que la Policía es un auxiliar de la justicia que ha admitido que sus recursos siguen siendo insuficientes para la prevención, un aspecto fundamental para la protección de vidas y haciendas  que no podrá cumplir a cabalidad  si no tiene las herramientas necesarias.

En memoria de Juan Bosch
El primer presidente democrático de República Dominicana tras el ajusticiamiento de Rafael Trujillo,  el insigne Juan Bosch y Gaviño, nació un día como hoy hace 99 años. Extraordinario en las letras  y  en la política, este fenecido hombre público jugó papeles fundamentales desde el exilio en la lucha por la recuperación de la libertad  de esta nación y luego como gobernante decidido a llevarla hacia la auténtica  democracia. Lo hizo con tanta firmeza de principios que su proceder indoblegable  halló incomprensión en los poderosos y despertó furias de intolerancia  y traición que dieron al traste con su administración.

No obstante, más allá de la asonada y del oprobio de una invasión extranjera en 1965, la figura del profesor Bosch ha permanecido como paradigma de político honesto que colocaba los principios por sobre toda conveniencia personal. Sus ideas y su intransigencia moral y ética brillan en el recuerdo de muchos dominicanos.

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