Confort, belleza y poesía en
las obras de Ramón Castibú

<p>Confort, belleza y poesía en<br/>las obras de Ramón Castibú</p>

Colaboración: Danilo de los Santos
Fotografía: fuente externa

Situándonos  con una visión aérea o superficial sobre el desarrollo isleño del mueble; situándonos también al margen del mobiliario de modernidad orgánica o funcional, así como de otros tantos muebles exóticos, de réplica, kitsh y neobarrocos que inundan el mercado; y situándonos además frente a una producción local que ofrece los caracteres de una gran industria, nos preguntamos si arquitectos, decoradores, mueblistas y otros artistas están buscando las definiciones para un nuevo mueble contemporáneo identificado por su criollismo. Es decir, un mueble que además de la hechura dominicana y de sus materiales nativos, ofrezca unas conceptualizaciones de inventiva o de recreación. A esta triple condición, la del hacer, la del recurso y la del concepto, se aproxima un mueblista llamado Ramón Sánchez.

Con algunos años de estudios universitarios y una vocación autodidacta hacia la elaboración de artefactos decorativos, Ramón Sánchez comenzó a desarrollarse a partir de su negocio “La  Jungla “.

Decidido a intensificar la vocación en un arte que comenzó a satisfacer los íntimos sentidos, este artista decidió cambiar “ La Jungla”, su expendio al menudeo. Buscó la Caña Brava conocida como “Castilla”, asociándola a “Bambusa”, el género al que pertenecen las plantas milagrosas del Oriente y cuya siembra en el país hace mover  laderas territoriales.

De tal vinculación o maridaje nació Castibú, una inserción mueblista que se abre camino desde el corazón cibaeño, desde donde recolecta Bejuco Pabellón de la poda de madres que se preserva en la alta Cordillera, e igualmente recolección de acacia magium, pieles, guano, metales, cerámica, telas, colores y modos que como el “Suix” adquieren un poder simbólico.

Esas bondades suyas, constituyen de cuerpo  presente un estado de gracia medular que tiene su raíz en el oriundo Gurabo, zona sub-urbana santiaguense.

Las obras de este mueblista, en si mismas, se caracterizan por un virtuosismo denotativo del fragante aprovechamiento del recurso ecológico. El carácter virgen de la madera, su elocuente rusticidad textual y el aprovechamiento respetuoso de unas deformidades, mas que intrincar los diseños acentúan una deseada o inevitable condición estilística. Un manifiesto de pureza ecológica, imaginativo, y con seña de asimilar determinados tipicismos, definen el estilo de Ramón Castibú, un mueblista que difícilmente pasa desapercibido porque en humanidad tiene adherida la fragancia de lo muy criollo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas