NUEVA YORK — El dilema: Un presidente quiere poner fin a una guerra impopular. Una solución potencial: Negociar con enemigos. La cuestión la enfrenta el Presidente George W. Bush hoy, en el caso de Irak. La cuestión desafió al Presidente Nixon en 1972, cuando él y su asesor de seguridad nacional, Henry Kisinger, secretamente concertaron una reunión cumbre con Leonid I. Brezhnev, el líder soviético, con la esperanza de que una gran negociación con Moscú ayudara a Estados Unidos a negociar el fin de la guerra en Vietnam.
Documentos y transcripciones recién desclasificados, algunos de grabaciones de la Casa Blanca, publicados por el Departamento de Estado en una historia diplomática no oficial el martes, muestran cuán difícil puede ser hablar de paz con los amigos de tus enemigos.
La Oficina Oval, 19 de abril de 1972: Kissinger está a punto de empezar un viaje secreto a Moscú. Nixon está intensificando el bombardeo de Vietnam después de una ofensiva oriental por parte de Hanoi.
Nixon: Soy el último presidente, soy el único presidente con las agallas para hacer lo que estamos haciendo. Reagan nunca podría fungir como presidente para empezar, y no podría manejarlo. Voy a destruir al ((imprecación)) país, creame, quiero destruirlo si es necesario. Bombardearemos todo lo ((imprecación)) viviente en Vietnam del Norte.
Kissinger: Creo, señor presidente, que si los soviéticos entregan este paquete, los nordvietnamitas se apaciguaran durante la cumbre. Se apaciguarán porque tendrán que darse cunta, tras lanzar su golpe el domingo y tras de hecho no haber sido apoyados por los chinos, ni apoyados por los rusos, de hecho presionados por los rusos, y bombardeados por nosotros. ¿Por qué estarían mejor dentro de un año que este año?
Nixon: Cierto. Dicen que el Presidente Nixon quiere hablar con el presidente Brezhnev sobre nosotros mismos y nuestros mismos. El dijo que la pl está condenada. Puede hacer la llamada promesa liberal porque tiene la confianza de la derecha en nuestro país. Y no hay ((otro)) presidente que pueda ir a Moscú en esta época, en una época en que Moscú está avivando una guerra que ha costado 50,000 estadounidenses. Moscú, 21 de abril de 1972: Kissinger se reúne con Brezhnev al mediodía, y su conversación gira hacia la Segunda Guerra Mundial.
Brezhnev: Pruebe este dulce. Es muy bueno; son ciruelas envueltas en chocolate.
Kissinger: La paz en el mundo y el progreso en el mundo dependen de las relaciones entre nuestros dos países. Cada vez que haya un conflicto en partes del mundo recordaremios lo que nos une en vez de lo que nos divide. Ese pudiera ser el mayor logro de la cumbre.
(Brezhnev luego ofreció a los estadounidenses un pastel que había sido servido.)
Tenemos dos objetivos principales. Uno es producir una retirada honorable de todas nuestras fuerzas; el segundo, poner un intervalo de tiempo entre nuestra retirada y el proceso político que luego empezaría. Estamos dispuestos a dejar que el equilibrio real de fuerzas en Vietnam determine el futuro de Vietnam. Brezhnev: Usted no estuvo realmente en la guerra, ¿verdad?
Kissinger: Primero, estuve en la infantería, y luego en el espionaje.
Brezhnev: Eso es algo que experimenté de principio a fin. Fue algo asombroso.
Kissinger: Las muertes de personas soviéticas fueron increíbles.
Brezhnev: Estoy seguro, no lo permita Dios, que si su pueblo hubiera tenido que sufrir lo que el pueblo ruso, la política exterior estadounidense de posguerra habría sido diferente. El estadounidense promedio no está tan familiarizado con esto, no ha pasado por esto, y su mente está condicionada de manera totalmente diferente. Los estadounidenses encuentran la vida demasiado insípida. El rock ‘n’ roll es insípido, y no hay problemas internos, así que empecemos una guerra en Vietnam.
Kissinger: Con el pueblo más difícil del mundo.
Brezhnev: Ahora se quejan. Dudo ue alguien comprendiera que Estados Unidos está defendiendo verdaderamente a ese país. La guerra se ha prolongado ocho años, pero ¿con que objetivo? ¿Con qué objetivo se está derrochando l dinero, con qué objetivo tantos estadounidenses y miles de vietnamitas están muriendo? ¿La guerra ha dejado algo positivo a Estados Unidos? Seguramente no.
Esa noche, Kissinger envió un mensaje a la Casa Blanca. Su subalterno, Alexander M. Haig Jr., lo leyó a Nixon.
Haig: “Brezhnev es muy vigoroso, extremadamente nervioso, altamente poco sutil. Su estado de ánimo puede resumirse en la siguiente cita concluyente: ‘Me gustaría mucho que transmita al Presidente Nixon que puedo confirmar y reconfirmar nuestras opiniones y el deseo de nuestro gobierno de celebrar la cumbre entre la Unión Soviética y Estados Unidos”’.
Nixon: Eso es (imprecación). Henry se deja convencer tan fácilmente por la adulación. El es excelente, pero
Haig: Piensa que la cumbre es más importante para usted que Vietnam.
Nixon: No lo es. Hemos tenido que ceder a la cumbre para lograr apaciguar a Vietnam, íy él tiene que conseguirlo mañana! Dígale en términos nada sutiles que he decidido que Vietnam es 10 veces más importante que la cumbre. Vietnam mañana; la cumbre no será discutida hasta que Vietnam sea apaciguado. Oficina Oval, 2 de mayo de 1972: Nixon medita sobre negociar con quien arma al enemigo.
Nixon: ¿Cómo se puede ir posiblemente a la Unión Soviética y brindar con Brezhnev y Kosygin cuando los tanques y armas rusas están están destrozando a nuestros aliados en Vietnam? ¿Ve otra salida? Simplemente no podemos permitir que Vietnam derroque a un segundo presidente. Haig: Estar ahí no es mucho peor que el pensamiento de que uno no esté aquí. Nixon: ¿Entonces dice que encontraría una forma graciosa de salir de Vietnam? Ese es el punto.
Nixon y Brezhnev se reunieron en el Kremlin para la primera de una semana de conversaciones el 22 de mayo de 1972. Cuando el tema de Vietnam surgió, “la camaradería desapareció”, escribió Kissinger en su biografía. Surgió el 24 de mayo en la dacha de Brezhnev.