MIAMI (AP) — El representante estadounidense David Rivera pidió el miércoles una reforma de la ley vigente desde hace décadas que concede a la mayor parte de los refugiados cubanos el permiso de residencia un año después de llegar al país y propuso anular el permiso de residencia a cualquier cubano que regrese a la isla a visitar a sus familiares.

Según Rivera, los cubanos que regresan para ver a su familia no deberían beneficiarse de la Ley de Ajuste Cubano, creada para conceder asilo político.

«En 1966, el gobierno estadounidense otorgó a los cubanos una de las designaciones de inmigración más benévolas de su historia», agregó el legislador. «Tenemos la obligación de proteger la futura situación de los cubanos que busquen asilo político». Rivera presentó su proyecto de ley el 11 de agosto, que fue enviado a la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes.

El proyecto busca prolongar el plazo antes de que un cubano pueda obtener la residencia, de uno a cinco años, y estipula que si esa persona regresa a la isla en ese plazo, no podrá obtener el permiso de residencia permanente, la llamada tarjeta verde. El miércoles, Rivera ofreció una enmienda a su proyecto inicial que haría que todo aquel que regrese a Cuba no sea apto para la residencia permanente o que pierda su residencia.

No mencionó el plazo de cinco años, aunque lo puede proponer hasta que el Congreso reanude sus actividades en septiembre. Insistió que muchos cubanos llegan a Estados Unidos y viajan a la isla no sólo para visitar a sus familiares sino a hacer turismo o recibir cuidados médicos, aunque no mencionó estadísticas ni casos específicos. El congresista recibió una gran ovación de unas 40 personas, en su mayor parte exiliados cubanos que respaldan el endurecimiento de las sanciones al régimen comunista de la isla y se oponen a todo gesto entre ambos países.

 Sus detractores preguntan por qué Rivera sería el primer miembro del Congreso en una década en pedir una medida que solamente perjudica a los miembros de su comunidad. Muchos cubanos, especialmente los recién llegados, regresan a la isla a ver a sus familiares.