MELVIN MATTHEWS
El legislador de Estados Unidos, Lee Terry, un activo político del Partido Republicano miembro de la Cámara de Representantes por el Estado de Nebraska, se apresta a desarrollar una labor humanitaria de amplio alcance empresarial y religioso en la Provincia Independencia, la estratégica demarcación fronteriza enclavada en el suroeste dominicano, cuya pobreza llegó a límites extremos hace casi dos años luego de los trágicos desbordamientos del río haitiano Soliette, que sembraron destrucción y muerte en la zona.

Terry se propone a partir de este año traer inversionistas de Estados Unidos, Alemania y Corea del Sur para que levanten proyectos de manufactura, agroindustriales, comercio y energía en la depauperada Provincia Independencia, acogiéndose a los beneficios de la Ley 2801, sobre incentivo y desarrollo de la frontera, y a las ventajas para la inversión extranjera derivadas de la futura aplicación del Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos, Centroamérica y la República Dominicana (CAFTA-RD).

El político, empresario y religioso estadounidense alaba el grado de competitividad que garantiza el CAFTA-RD y, según expresó, el acuerdo internacional aumentará las oportunidades de inversión, creará fuentes de empleo, proporcionará tecnología y abrirá el mercado estadounidense a los productos y servicios provenientes de la República Dominicana. Se proclamó partidario y defensor del incremento de la mano de obra como el principal instrumento de los sectores público y privado para combatir la pobreza en esta época de globalización económica.

El congresista estadounidense, representante del segundo distrito de Nebraska, un próspero Estado del Oeste americano, recorrió los días 5 y 6 de enero los municipios, distritos y bateyes de la provincia fronteriza con Haití, accediendo a una invitación del senador Dagoberto Rodríguez Adames y del diputado Henry Sarraf, ambos del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Al frente de una pequeña delegación de pastores evangélicos nebraskeños, Terry constató in situ la magnitud de la pobreza que afecta a esta zona cuando visitó las plantaciones azucareras de los bateyes 7, 8 y 9 de Jimaní, donde departió con los trabajadores y residentes que integran picadores de caña y sus familiares de origen haitiano y dominicanos, a quienes obsequió con golosinas y refrigerios. Posteriormente, se trasladó a los municipios de Duvergé y La Descubierta, así como a los distritos municipales Mella, Postrer Río, Cristóbal, La Colonia, Puerto Escondido y Vengan a Ver.

La delegación de empresarios y pastores evangélicos estadounidenses la completaron William T. Pearson, de Omaha; Jim Morehead, de la iglesia de Whiteside; Curt Dodd, de la iglesia de Westside; Dan Norton y el traductor mexicano-americano Tomas Basile. Pearson, un reputado inversionista y pastor evangélico, informó que a mediados de año se mudará junto a su mujer e hijos a la República Dominicana para cumplir su misión pastoral.

Terry y sus acompañantes se reunieron con prominentes líderes religiosos protestantes locales que realizan labor pastoral en la zona fronteriza, y se comprometieron a impulsar la construcción de templos, fomentar planes de la salud, de educación y la propagación de la fe cristiana.

Preguntado en torno a la combinación de negocios, religión y política, el congresista estadounidense se declaró partidario de esa triple condición porque contribuye al desarrollo integral del ser humano.

Terry es un destacado político nebraskeño del Partido Republicano, elegido al Congreso estadounidense en 1998. Es coautor del Acta de Responsabilidad y Confianza Pública (Public Trust and Accountability Act, conocido como PTA), un proyecto que introdujo en diciembre pasado y que pretende eliminar los beneficios que perciben los empleados federales, incluyendo miembros del Congreso y de la Administración, convictos por crímenes de «cuello blanco».

Terry y sus colegas quieren asegurarse que los empleados del gobierno estadounidense, legisladores y de las ramas ejecutiva y judicial, cumplirán penalidades severas por violar la confianza pública mediante la confiscación de los beneficios de su jubilación si son condenados por delitos federales relacionados al abuso de poder, como el soborno, traición y perjurio.

«El pueblo estadounidense espera que sus empleados federales, incluyendo los legisladores, mantendrán un alto nivel ético», dijo Terry. «Sin la confianza del pueblo y la responsabilidad por sus acciones, el gobierno no puede trabajar. Así como a los ejecutivos de Enron, que por haber violado la confianza de los jubilados y accionistas se les obligó a devolver la totalidad de sus jubilaciones e indemnizaciones, los funcionarios del gobierno que violen la confianza del público americano tendrán que entregar sus pensiones y jubilaciones. El abuso de poder de unos pocos no representa a la mayoría de los empleados del gobierno»

Actualmente, Terry forma parte del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, que se ocupa de las telecomunicaciones, energía, finanzas, comercio, protección al consumidor y legislaciones vinculadas a los negocios. Debido a que su jurisdicción cubre una amplia variedad de temas, el Comité de Energía y Comercio es uno de los más influyentes del Congreso. Terry es un fuerte partidario de las legislaciones comerciales, defiende el libre comercio y es el primer nebraskeño que integra el comité en los últimos 24 años. Es abogado y socio de un bufete especializado en derecho civil. En 1984 recibió su título de Bachiller en Artes, mención ciencias políticas, de la Universidad de Nebraska en Lincoln, y se graduó de Doctor en Derecho de Creighton University en 1987.

Durante una larga conversación que sostuvimos, le pregunté si había visto antes una miseria tan extrema como la de Jimaní, y meneando la cabeza desconcertado me dijo que no, pero como feligrés protestante de las iglesias de Whiteside, Nebraska, Terry me aseguró su confianza en que Dios lo ayudará a impulsar el desarrollo integral de la Provincia Independencia.