En esta imagen difundida por la oficina del primer ministro, Sherif Ismail, derecha, examina los restos de un avión de pasajeros que se estrelló en Hassana, Egipto, el viernes 31 de octubre de 2015. La aeronave rusa, que transportaba a 224 personas, cayó el sábado en una alejada área de la península del Sinaí unos 20 minutos después de despegar de un sitio turístico en el Mar Rojo, informó el gobierno egipcio. No hubo sobrevivientes. (Suliman el-Oteify, oficina del primer ministro egipcio vía AP)
Washington, EE.UU.- Varios congresistas de EE.UU., entre ellos el presidente del comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, aseguraron hoy que todas las “evidencias” apuntan a que una bomba colocada por el Estado Islámico (EI) fue la causa de que se estrellase un avión ruso en Egipto el pasado 31 de octubre.
“Cuando sumas la tecnología de satélite, el destello de calor en el avión, el hecho de que EI ha declarado la guerra a Rusia, y fuese un avión ruso con destino a Rusia; y además nuestra información de inteligencia y del Reino Unido, creo que todos los indicadores apuntan a que fue EI quien puso la bomba”, aseguró Michael McCaul, republicano por Texas, en un programa de la cadena FOX.
Por ello, el congresista por Texas remarcó que todos estos elementos hacen que “tenga un alto nivel de confianza de que fue una bomba terrorista la que destrozó el avión». Expresó, además, “su gran preocupación no solo para las aerolíneas rusas, para ser francos también a los vuelos con destino a EE.UU.».
En una línea similar se expresaron los legisladores Adam Schiff, de California y el principal demócrata en el comité de Inteligencia de la Cámara, y Peter King, republicano de Nueva York del mismo comité.
Ambos afirmaron en un la cadena ABC que hay “un creciente conjunto de información y evidencia” de que se trató de una bomba, aunque la investigación no ha culminado.
Esta semana el primer ministro británico, David Cameron, indicó que cada vez era “más probable” que el accidente del Airbus A321 ruso que causó la muerte de su 224 ocupantes fue producido por un ataque terrorista, y el propio presidente estadounidense Barack Obama reconoció que la “posibilidad” de una bomba abordo.
Ayer, el jefe de la comisión de investigación de Egipto del accidente del avión ruso, Aiman al Muqadem, aseguró hoy que todavía no se puede determinar la causa de la desintegración del aparato siniestrado el 31 de octubre.
El avión ruso se estrelló en el norte de la península del Sinaí tras despegar de la turística ciudad egipcia de Sharm el Sheij, y tenía como destino San Petersburgo.