El pleno de la Cámara Baja de Brasil decidió este miércoles destituir a la diputada y pastora evangélica Flordelis dos Santos de Souza, acusada de haber mandado a matar a su marido en complicidad con algunos de sus hijos.

La destitución de la parlamentaria fue aprobada con 437 votos a favor y apenas siete en contra, poco más de dos años después del asesinato de Anderson do Carmo, su marido y también pastor, víctima de 30 balazos en la puerta de la casa en que ambos vivían en Río de Janeiro en la madrugada del 16 de junio de 2019.

Las investigaciones llevaron a la Policía a acusar a Flordelis del asesinato, que habría obedecido a disputas financieras entre ambos y en cuya planificación habrían participado siete de los 55 hijos (51 de ellos adoptados) que tiene la pastora, fundadora de la Comunidad Evangélica Ciudad del Fuego.

Según testigos que han declarado en el marco de la investigación, esa iglesia era centro de rituales de sangre y orgías en las que la propia diputada participaba junto a sus fieles y algunos miembros de su familia.

Flordelis, de 60 años, había adoptado a Anderson do Carmo, 18 años más joven, cuando él era adolescente, pero acabaron contrayendo matrimonio en 1994 y juntos le dieron forma a una carrera que la proyectó como cantante gospel primero y como pastora después.

Luego decidió probar suerte en la política y en 2018 fue elegida diputada federal por el Partido Social Democrático (PSD), el cual apoyó la candidatura del actual presidente, Jair Bolsonaro, que tuvo entre su base a decenas de pastores evangélicos.

Flordelis no fue arrestada hasta ahora porque estaba protegida por los fueros parlamentarios, pero está imputada por homicidio calificado, asociación delictiva, falsedad ideológica y documental, así como por intento de homicidio, pues, según sostiene la Policía, había tratado de envenenar a su marido antes del asesinato.

La pérdida de su escaño le puede abrir ahora las puertas de la cárcel por un crimen que, según afirma desde la muerte de su marido, fue cometido por dos hombres que les seguían en una motocicleta y dispararon contra su marido cuando llegaron a su residencia.

En su último pronunciamiento en el Congreso, al defenderse de las acusaciones, Flordelis pidió este miércoles que la juzgue el pueblo.

“Aquí me trajo el pueblo. Sé que soy inocente y lo probaré. Pero permítanme ser juzgada por el pueblo y, si fuera el caso, retirada de este lugar por el pueblo”, declaró poco antes de la votación que le retiró el escaño.