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MEXICO Distrito Federal. Agencias. El Congreso de México completó el fin de semana la versión diluida de una reforma fiscal propuesta por el presidente Felipe Calderón, que incluyó un alza de impuestos para fortalecer las finanzas y reducir la dependencia de los ingresos petroleros.
La Cámara de Diputados avaló el domingo el alza en un punto porcentual de la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 16 por ciento, y en dos puntos, a un 30 por ciento, la del Impuesto sobre la Renta (ISR) a partir del próximo año, incrementos que también fueron aprobados por el Senado.
En una extensa sesión de madrugada, la Cámara Baja ratificó además un nuevo impuesto del 3% sobre algunos servicios de telecomunicaciones, pero excluyendo internet, tal y como lo aprobó la Cámara alta el sábado.
Los parlamentarios también respaldaron un alza al 26.5%, desde el actual 25%, en el impuesto a la cerveza, que fue menor al propuesto por el Gobierno de un 28 por ciento. Los legisladores también dieron luz verde a un impuesto a los depósitos bancarios en efectivo, que será del 3% a partir de 15,000 pesos (1,134 dólares). Las alzas tributarias buscan cubrir parte de un enorme agujero fiscal que el Gobierno prevé para el próximo año, y evitar un posible recorte en las calificaciones de la deuda soberana de México.
Standard & Poor’s y Fitch Ratings han advertido que podrían rebajar la calificación de deuda de México debido a la debilidad de sus finanzas públicas y su gran dependencia presupuestaria de las exportaciones petroleras.
«Sabemos que las tareas básicas del Estado podrían estar en riesgo si no dotamos al Gobierno de elementos presupuestales indispensables», dijo el diputado del PR), Baltazar Hinojosa.
Las claves
1. Plan diluido
Una propuesta inicial de Calderón para aplicar un nuevo impuesto generalizado del 2% al consumo -que era la columna vertebral de su proyecto fiscal- fue rechazada en el Congreso.
2. Ley Ingresos del 2010
Los diputados dieron su visto bueno a esta Ley que pronosticó un déficit fiscal de 0.75% sel PIB.
