Congreso EU aprueba tratado de libre comercio

Congreso EU aprueba tratado de libre comercio

WASHINGTON  (AFP) – El Congreso estadounidense aprobó el acuerdo de libre comercio con Centroamérica y República Dominicana (CAFTA) luego de una ajustada votación en la Cámara de Representantes que dio la victoria a la Casa Blanca en la madrugada del jueves por apenas dos votos, por 217 contra 215. El CAFTA fue aprobado gracias a los votos de 15 demócratas que votaron en contra de los lineamientos de su partido. Un total de 27 republicanos se opusieron al acuerdo, así como un independiente.

La ratificación del tratado, objeto de una dura batalla política entre demócratas y republicanos, representa una importante victoria para el presidente George W. Bush, que arriesgó un capital político considerable para sacar adelante su mayor proyecto para América Latina.

El CAFTA, firmado hace un año, había sido aprobado por el Senado el 30 de junio por 54 contra 45 votos y su ratificación en la Cámara fue incierta hasta último minuto. Bush y miembros de su gabinete enfrentaron una carrera cuesta arriba para lograr la aprobación del tratado.

Si bien se espera que el CAFTA tenga un mínimo efecto en la economía estadounidense, que exporta 15.000 millones de dólares a la región, se convirtió en el acuerdo comercial más polémico en llegar al Congreso en varios años.

En una rara reunión celebrada a puertas cerradas, el propio Bush, el vicepresidente, Dick Cheney, y el representante de Comercio, Rob Portman, permanecieron más de una hora en el Capitolio el miércoles de mañana para urgir a representantes republicanos que apoyaran el tratado.

La Casa Blanca asegura que el acuerdo mejorará la seguridad nacional de Estados Unidos al fortalecer las débiles democracias de la región, y que les permitirá crecer más y reducir así la inmigración ilegal a este país.

Un fracaso del CAFTA hubiera dejado a Bush vulnerable durante su segundo mandato y disminuido su posibilidad de negociar acuerdos comerciales mucho más significativos, especialmente la ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Los representantes demócratas, incluidos muchos que han apoyado otros acuerdos comerciales en el pasado, se opusieron casi en bloque, sobre todo porque afirman que sus estándares laborales para una región que incumple sus propias leyes no son lo suficientemente fuertes y representa una competencia desleal para los trabajadores estadounidenses.

La Casa Blanca, no obstante, asegura que sus estándares laborales son los más severos de todos los acuerdos comerciales negociados por Estados Unidos.

Varios representantes republicanos de Estados con industria textil y productores de azúcar también rechazaron el acuerdo por temor a que provoque una pérdida de empleos.

«No debemos descuidar las fuerzas anti-democráticas, anti-estadounidenses que están actuando en Latinoamérica», dijo el representante David Dreier (republicano, California), al apoyar el acuerdo durante el debate, que los republicanos lograron reducir a dos horas.

«Ciertamente, el CAFTA no arregla todos los problemas de Centroamérica. Pero una mayor integración económica sólo puede sumar empleos y ayudar a aliviar la pobreza, reducir el flujo de migración hacia el norte y hacer a nuestra nación más competitiva en los mercados mundiales», coincidió Jim Kolbe (republicano, Arizona).

El CAFTA «fracasa en garantizar protecciones laborales básicas para los centroamericanos y una cancha nivelada para los trabajadores estadounidenses», afirmó no obstante el demócrata Steny H. Hoyer (Maryland).

El acuerdo «sirve para institucionalizar mano de obra barata», estimó su colega Dennis Kucinich (Ohio). «Sólo sirve para agrandar el agujero» del desempleo estadounidense, sostuvo Nancy Pelosi (California), líder de la minoría demócrata.

Pese a su retórica proteccionista, el Congreso estadounidense no ha rechazado ningún acuerdo comercial en casi 40 años.

Estados Unidos ya tiene acuerdos de libre comercio con México y Canadá desde 1994 y con Chile desde 2003.

Para entrar en vigencia, el CAFTA aún debe ser aprobado por los Congresos de Nicaragua, Costa Rica y Dominicana.

El comercio entre los siete países asciende a unos 32.000 millones de dólares.

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