WASHINGTON (AP) _ Un proyecto para crear un programa de reconstrucción para Haití fue retirado sorpresivamente de un paquete de proyectos aprobados el jueves por el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes después de plantearse observaciones sobre el origen del gobierno haitiano.
«Se requiere un mayor debate», dijo Henry Hyde, presidente del comité, sin dar detalles.
El proyecto llamado «Ley de reconstrucción económica e infraestructura de Haití» había quedado para votación luego que la mayoría republicana rechazara en el subcomité para asuntos del Hemisferio Occidental una enmienda de la representante demócrata Barbara Lee para que se coordinara la implementación del programa con «funcionarios de un gobierno elegido democráticamente» en ese país.
El actual gobierno haitiano fue instaurado luego de la renuncia del presidente elegido Jean Bertrand Aristide en febrero del año pasado. Aristide declaró en el destierro que fue forzado a renunciar por Estados Unidos, cuyas fuerzas militares intentaban sofocar una generalizada violencia en el país.
Estados Unidos, que rechazó las versiones y dijo que en la instalación del nuevo gobierno se siguieron procedimientos constitucionales, llevó después el caso haitiano al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas donde se acordó formar una fuerza multinacional de ocupación y reconstrucción.
Aun cuando la enmienda de Lee fue rechazada con votación partidista, el proyecto no pudo al parecer librarse de nuevas observaciones de otros legisladores y no fue incluido en el paquete de leyes que el comité de Hyde dejó expeditos el jueves para su debate por el plenario de la cámara baja.
El proyecto fue promovido por los congresistas republicanos Mark Foley y E. Clay Shaw, de la Florida, donde vive una gran comunidad de haitianos, y el demócrata Charles Rangel, de Nueva York. Sólo tiene dos áreas de cobertura: reconstrucción económica e infraestructura, y asistencia social.
El programa debería estar a cargo de un director con reconocida «experiencia en Haití», quien dispondría de un presupuesto anual de partida de 3 millones de dólares en cada área por cinco años, para un total de 30 millones de dólares.
Según el proyecto, en la ejecución de los trabajos se debería dar una amplia participación a la empresa privada y contratar como empleados a ciudadanos estadounidenses con grado universitario y «en la mayor extensión posible» a personas de origen haitiano-estadounidense.