El activismo proselitista en que se encuentran envueltos senadores y diputados ha reducido a cero las actividades legislativas en el Congreso Nacional, donde desde hace tres semanas no se celebran sesiones, sobre todo en el Senado, donde permanece engavetado, entre otras iniciativas trascendentes, el proyecto que crea la Iniciativa Participativa Anticorrupción.

Este proyecto, sometido por el Presidente Leonel Fernández el 28 de febrero pasado, dispone el monitoreo y rendición de cuentas de los funcionarios públicos, pero desde la citada fecha se encuentra estancada en la comisión de Justicia, que preside el senador Julio César Valentín (PLD-Santiago).

En las últimas semanas, el Senado  no  ha celebrado sesiones y ni siquiera reuniones de las comisiones de estudio de los proyectos y demás iniciativas.

Además del proyecto  anticorrupción, también están engavetadas las reformas a los códigos Penal, Procesal y del Menor, el proyecto de Ley de Partidos Políticos y los de leyes orgánicas de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

Con algunas excepciones, los senadores y diputados ni siquiera van a sus oficinas,  en razón de que han concentrado su accionar a las actividades proselitistas.

Así, sin la presencia de los miembros de una y otra cámara, los observadores del acontecer congresual entienden que la sede del Poder Legislativo  ha entrado en un período de inactividad que no es absoluto por el trabajo administrativo de sus distintos departamentos.

Como es de suponer, resaltan, esta situación se prolongaría hasta la celebración de las elecciones convocadas para el 20 de mayo, si los resultados no generan conflictos graves entre ganadores y perdedores.