Congreso Nacional edificará patíbulo

Congreso Nacional edificará patíbulo

No se puede jugar con la nacionalidad dominicana. En el pasado un atentado similar era calificado como un crimen de lesa patria. )Han cambiado los tiempos? )Qué se gana ahora con denunciar una conspiración en contra de la nacionalidad dominicana si sus autores intelectuales y materiales son unos mercaderes corrompidos cegados por el brillo del oro de los agentes del poder extranjero?

Mi grito ha caído siempre en oídos sordos, tapiados por dádivas, prebendas, privilegios y canonjías. Escuchémoslo de nuevo: Un país que no cuenta con una fuerza laboral propia, protegida institucionalmente, diestra, educada, saludable de cuerpo, estómago y espíritu no es un país viable. Seamos honestos. No sigamos engañándonos señalando la paja dentro del ojo del vecino Haití y ocultando la viga en el nuestro. Observen las laderas de las lomas y los valles entre montañas de cultivos agrícolas de Tireo, Constanza y Valle Nuevo, esas de Jarabacoa y Manabao, todas las tierras de labranza de esta zona montañosa están siendo trabajadas por miles de haitianos indocumentados que en sus faenas parecen plagas de langostas Bíblicas devorando todo a su paso. Esta tragedia está ocurriendo en todo el territorio nacional.

Si este país depende para crear sus riquezas de la explotación inhumana de mano de obra haitiana indocumentada trabajando al margen de las leyes en la agricultura, en la industria de la construcción, en las zonas francas y en el turismo este es un país en decadencia progresiva y acelerada, tan inviable como Haití, que simplemente está trasegando y absorbiendo la pobreza, la insalubridad, el analfabetismo y la miseria del pueblo haitiano para agudizar las condiciones paupérrimas del pueblo trabajador dominicano. Esto no es justo.

Esta diabólica mancorna laboral, – herencia de políticas esclavistas,- no permite a los dominicanos la modernización de su producción agrícola e industrial y solo beneficia a un pequeño núcleo de corruptos funcionarios y empresarios que se enriquecen del actual sistema de explotación laboral ilegal. )En cual contrato social vigente que unifica a todos los dominicanos bajo el mismo principio de derecho, de equidad, de igualdad y de justicia se colige que un empresario agrícola, industrial o de la construcción goza del privilegio de importar en libertad y utilizar a su discreción mano de obra haitiana ilegal para su beneficio personal? )Que poder terrenal o divino, ético o moral le otorga ese derecho al empresario dominicano o extranjero para reemplazar o marginar a la clase obrera dominicana?

Mirémonos en el espejo de los Balcanes. La disolución de Yugoslavia como Nación. La guerra étnica que desplazó a los viejos pobladores por los recién llegados. Recordemos a Kosovo. Si a esa dependencia en la mano de obra haitiana se le agrega el nuevo el ingrediente de una voluntad política insegura, débil e incapacitada que duerme con el enemigo dispuesta a facilitarle a la población ilegal haitiana la permanencia en territorio dominicano por medio de la modificación de la Ley de Migración que reconocería mediante subterfugios y artimañas legales a una población haitiana ilegal que se moviliza libremente por todo el territorio dominicano,- población haitiana que entra y sale del país a su antojo, que nos canten el réquiem porque este país será pronto un cadáver ahorcado en el patíbulo que edificará el Congreso Nacional.

La nueva Ley de Migración que será aprobada en el Senado, según decir de su Presidente, Señor Jesús Vásquez Martínez en su discurso ante la Asamblea Nacional es amplia y compleja. Abarca temas jurídicos complicados nunca antes tratados por la sociedad dominicana los cuales en su mayor parte diluyen aviesamente la soberanía nacional. Vale la pena que la estudiemos y analicemos su alcance.

Entre los cientos de complicados procedimientos legales que buscan entorpecer la aplicación de la justicia en nuestro país e inmobilizar la acción pública para proteger a los extranjeros que han penetrado o residen ilegalmente en el país se destaca que ningún extranjero puede ser detenido o deportado sin antes ser sometido al llamado «debido proceso de ley» que significa que estos extranjero puede ser detenido o deportado sin antes ser sometido al llamado «debido proceso de ley» que significa que estos extranjeros delincuentes acusados deben ser individualmente oídos en tribunales de justicia debidamente constituidos y representados en cada caso por abogados. Esto es irreal, absurdo, criminal. Cuando se termina de juzgar separadamente el millón de haitianos que residen ilegalmente en el país, sin contar los que entran y salen libremente, o son contrabandeados impunemente por las autoridades civiles y militares dominicanas, habremos sido conquistados y colonizados nuevamente por el espíritu del sueño colonial francés de unificar la isla en una sola nación, Francia, «una e indivisible», logrado finalmente por la fuerza de las armas en 1822 por el presidente haitiano, general Jean Pierre Boyer.

Otras de las joyas jurídicas que adornan la tentadora soga de la ahorcada Soberanía Nacional las constituyen entre otras, el otorgamiento de la Nacionalidad Dominicana mediante la concesión de un indulto o amnistía general por decreto presidencial a todos los haitianos residentes ilegales en el país y a sus hijos; el reconocimiento de minorías étnicas, el entaponamiento judicial; la extraterritoriedad consistente en el derecho de las Embajadas y Consultados extranjeros radicados en el país de fomentar por todos los medios la preservación de la identidad de sus súbditos; la concesión de irritantes privilegios a favor de empresarios para importar mano de obra extranjera, etc, etc. Pero para muestra de lo que digo de esta nueva Ley de Migración presentaré solo un botón, transcribiendo su Artículo 162: «El Gobierno Dominicano, mediante decreto establecerá el procedimiento para la regularización de la situación de los extranjeros que se encuentran en territorio dominicano antes de la entrada en vigor de esta ley».

Publicaciones Relacionadas

Más leídas