Debajo de un cielo gris, que parecía gemir por su muerte, se desbordó a las calles los residentes de Santo Domingo Este a recibir el cadáver del fenecido Juan de los Santos, en el palacio municipal aún no inaugurado, donde cientos de personas humildes ocuparon de pie los puestos del área de estacionamiento, para despedir al empresario y político de 45 años.

Con los rostros estrujados por el dolor que genera la muerte, se fueron agolpando hombres y mujeres que lloraban al dirigente peledeísta con el sentimiento de un padre, una madre, un hermano o un amigo entrañable.

A las 2:20 p.m. llegó el cortejo fúnebre a la Casa Nacional del PLD y un recorrido por su casa natal y su sector de la infancia, Villa Duarte. Al nuevo edificio del cabildo que de los Santos soñaba inaugurar el 25 de febrero próximo, como sorpresa para sus munícipes, fue introducido el imponente ataúd con los restos mortales de Juancito Sport (apodo de empresario de la banca deportiva), escoltado por un grupo de oficiales.

La banda de música del Ayuntamiento entonó las tristes notas de las honras fúnebres, que cesaron para dar inicio a la ceremonia que encabezaron su viuda Berlinesa, la presidenta del Senado Cristina Lizardo y donde regidores, legisladores, empresarios, sacerdotes y comunitarios de la zona rindieron honores.

Con la frase coreada “Juan de los Santos vivirá por siempre”, el diputado Alfredo Martínez, su amigo, narró el inicio de de los Santos en la política, en 2001, cuando se lanzó como candidato a diputado. La vicealcaldesa, Jeannette Medina, se comprometió a continuar con el programa de obras y de servicios, con la honestidad y seriedad del extinto alcalde.

El asistente personal de de los Santos, Luis Henríquez, relató el empeño que ponía su amigo y jefe, y el secretario general del Ayuntamiento, Juan López, citó los esfuerzos de su amigo desde 2002 para culminar el palacio municipal,

Una hora tardó la ceremonia del último adiós, en el Ayuntamiento que no logró inaugurar. Su traslado al cementerio fue seguido por cientos de personas y otras subían a los techos de las casas y corrían a la calle, a grabarlo con celulares.

Congreso Nacional. “Juancito, vivió y vive en el corazón de cada uno de nosotros y este honor es poco para lo que él merece. Él merece estar en el cielo, donde están los buenos hombres”, afirmó ayer el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, al encabezar junto a la presidenta del Senado, Cristina Lizardo los honores de rigor.

El legislador afirmó que Juan de los Santos, a su paso por ese cuerpo legislativo durante el período 2002-2006, dejó huellas imborrables en ese escenario de la democracia y en los corazones de cada diputado con los que compartió su labor congresual.

“Un hombre joven, honesto, dispuesto… por lo que está de luto el país, está de luto el Congreso Nacional y en lo más profundo de nosotros les pedimos a Dios tenerlo donde él se merece”, manifestó Martínez.

En el Congreso el féretro fue recibido en la explanada frontal por los voceros de las bancadas de la Cámara de Diputados, quienes se encargaron junto a otros colegas de trasladarlo hasta el salón de la Asamblea Nacional, donde los legisladores hicieron guardia.

Los primeros en iniciar la jornada fueron los presidentes y vicepresidentes de las cámaras, Abel Martínez, Cristina Lizardo, Lucía Medina y Francis Vargas. Concluidos los honores, fue llevado a la Federación Dominicana de Municipios.

Fedomu. El alcalde de Azua y primer vicepresidente de Fedomu, Rafael Hidalgo, manifestó que las circunstancias en las que fue muerto Juan de los Santos es un síntoma de que la sociedad está retada por la violencia delictiva, que cobra víctimas inocentes.

“No te vas, porque ya eres un hito en la municipalidad dominicana. Con humildad, pero con orgullo, damos gracias a Dios por habernos dado la oportunidad de compartir contigo y aprender de tu dedicación, tu coraje y tu humildad. Seguiremos tu ejemplo”, expresó compungido Hidalgo delante del féretro, expuesto por minutos frente a la sede de Fedomu, con asistencia de alcaldes.

El PLD. Con la presencia del presidente Danilo Medina, el expresidente Leonel Fernández, la vicepresidenta Margarita Cedeño y el resto de los miembros del Comité Político y parte del Comité Central del PLD, fue despedido el cuerpo en la Casa Nacional.

El senador Julio César Valentín pronunció las palabras centrales y destacó los méritos del fenecido. Reinaldo Pared Pérez, secretario general del PLD, expresó que la militancia y la dirección despiden el cuerpo, pero no el alma de Juancito, que permanecerá por siempre en la entidad.