MONTEVIDEO (EFE).- Los uruguayos sobrevivientes del denominado Milagro de los Andes conmemoran este fin de semana, junto a una nutrida delegación chilena, los 35 años de su “regreso a la vida” tras permanecer 71 días en las nieves perpetuas.

“Son fechas especiales donde se mezclan la tristeza por los amigos que fallecieron y la alegría de la vida y de compartir nuestra experiencia con mucha gente”, destacó hoy a Efe el cardiólogo de niños Roberto Canessa, de 54 años, y uno de los sobrevivientes.

“Cuando hoy veo a jóvenes de 19 años, que era la edad que yo tenía cuando caímos en los Andes, siento que la amistad, la unión, la fe y las inmensas ganas de vivir fue lo que nos salvó”, agregó.

“Hoy vamos a recordar con emoción y con una misa a nuestros amigos que no volvieron de los Andes y, además, vamos a celebrar la vida con mucha gente”, destacó.

En especial Canessa destacó la presencia en Montevideo del arriero chileno Sergio Catalán, de 80 años, con quien él y Fernando Parrado, se encontraron tras diez días de caminar por la cordillera los Andes y fue el encargado de avisar a las autoridades para el rescate.

En la actualidad Canessa y otros integrantes del grupo de sobrevivientes dan conferencias y charlas, especialmente a jóvenes y personas con dificultades, para contar su experiencia vital.

“El objetivo es tratar de ayudar a mucha gente que intenta salir de su cordillera personal, de hacerles ver que las dificultades cotidianas son solo eso, y que la vida es hermosa y merece ser vivida a pleno cada día”, agregó.

En referencia a la antropofagia practicada por los sobrevivientes en los Andes, el médico dijo que “es algo que impresiona al que no conoce qué son 30 grados bajo cero y no sabe lo que es que se te muera un amigo en tus brazos si no haces algo».

“Lo que hicimos fue comprar tiempo y tomar la oportunidad de vivir y salir caminando de la Cordillera”, agregó. Canessa es en la actualidad el presidente del club Old Christians, cuya plantilla de rugby integraba cuando cayó en la cordillera, el 13 de octubre de 1972 mientras se dirigía a Santiago de Chile para un partido amistoso con Old Boys.

Un total de 29 personas que integraban la delegación murieron, la mayoría al caer el avión de la Fuerza Aérea Uruguaya en los picos nevados y ocho en un alud posterior. Los sobrevivientes fueron 16.

“El alud fue el momento más duro de todos, porque pensábamos que estábamos en el peor lugar del mundo tras salvarnos del accidente y nos dimos cuenta que aún podíamos estar peor. Yo miraba a un amigo muerto y pensaba- que paz debes de sentir dentro tuyo mientras yo tengo esta angustia terrible de estar enterrado vivo”, recordó.

Canessa y Parrado, tras casi dos meses del accidente, sin alimentos y en situación extrema, caminaron diez días por las cumbres nevadas hasta que se encontraron con Catalán.

“Cuando caímos en la Cordillera pesaba 82 kilos, volví más de setenta días después con 50, lastimado, pero con unas ganas enormes de vivir por mí y por mis amigos que no sobrevivieron”, agregó el uruguayo.

Una delegación del club Old Boys, de Chile, de unas 95 personas llegó a Montevideo para participar en la conmemoración.

En esta jornada, además de la misa de recordación de las víctimas, habrá una cena privada entre los sobrevivientes, sus familias y la plantilla del equipo chileno que iban a enfrentar hace 35 años.

El domingo, en una jornada deportiva larga, habrá partidos de rugby y fútbol entre equipos infantiles y adultos y un partido de hockey entre mujeres de ambos clubes.

El cierre estará a cargo de la plantilla del Old Christians que sobrevivió al accidente y de la chilena de Old Boys, que disputarán un partido de rugby en el que estará en juego la Copa Amistad.