POR LUIS M. CARDENAS
Familiares, amigos y compañeros de los cuatro dirigentes de los Comandos de la Resistencia recordaron anoche el 33 aniversario de su muerte, ocurrida mientras enfrentaban a un contingente policíaco militar en el kilómetro 14 y medio de la autopista de Las Américas.

Con una misa en la iglesia Las Mercedes, Manuela Aristy, madre de Amaury Germán Aristy, exhortó a los hijos de los caídos a estar orgullosos de sus padres, por entender que lucharon por algo en lo que creían.

Destacó la memorable frase de su hijo «matarás la flor, pero nunca la primavera» y añadió que ese pensamiento tiene que permanecer para siempre.

La señora Aristy dio las gracias a Dios por haberle dado la fuerza para soportar la muerte de su hijo y dijo esperar que no sea la última.

De su lado, fray Máximo Rodríguez, en su homilía, al recordar a los cuatro jóvenes que entregaron la vida por sus ideales, dijo que «cada quien tiene el derecho de actuar y pensar como quiere y morir, incluso, por sus ideales, por una de sus causas, aunque para otros las causas no tengan sentido».

Destacó que la muerte no tiene la última palabra, porque cuando se muere por un ideal que vale la pena, «esa causa es recompensada por el juez justo que premia aquellos que tienen un corazón noble y a aquellos que quieren luchar por una sociedad justa y un mundo mejor».

El religioso, al recordar la muerte de Germán Aristy, Ulises Cerón Polanco, Virgilio Perdomo Pérez y Bienvenido Leal Prandi, citó la frase de monseñor Oscar Arnulfo Romero, de El Salvador, «a mí me podrán matar, pero mis ideas quedarán sembradas en el pueblo».

Añadió que por ahí están las ideas de estos jóvenes que entregaron la vida por esta causa.

Expresó que en este mundo hace falta hombres y mujeres que mueran por un ideal y una causa justa y noble, «porque desgraciadamente se está viviendo en un mundo en que los valores, la entrega y el sacrificio se ha perdido».

Manifestó que actualmente se vive en un mundo donde el placer, el hedonismo y el dinero han acaparado y hecho que el hombre se olvide del ideal de vivir por una causa noble.

Exhortó a enfrentar con la vida a quienes no quieren el progreso ni el desarrollo de la mente, la sociedad y los pueblos.

Dijo que hacen falta hombres que den la vida por un noble ideal y que en la República se necesitan hombres y mujeres fuertes como los cuatro caídos y honrados ayer.