BRASILIA. AFP. Los manifestantes volvieron a las calles de las principales ciudades de Brasil ayer, día de la independencia, con enfrentamientos sobre todo en Brasilia, Sao Paulo y Rio de Janeiro, dispersados por la policía con gases.  

Fueron convocadas manifestaciones en más de un centenar de ciudades de Brasil, pero fueron significativamente menores a las de junio, cuando más de un millón salieron a las calles contra la corrupción, el millonario gasto público en los estadios del Mundial-2014 y por mejores servicios.

    «Los brasileños hemos vuelto a las calles para exigir a las autoridades lo que reclamamos en junio: que acabe la corrupción, mejor transporte, salud y educación», dijo a la AFP Ivana Ariel, una estudiante de Brasilia.

 En la capital federal, cientos de manifestantes intentaron romper un cordón policial que protegía el estadio mundialista Mané Garrincha, dos horas antes del partido amistoso Brasil-Australia que culminó 6-0, y fueron dispersados por la policía con gases lacrimógenos.

   Los manifestantes corrían en todas direcciones en las inmediaciones del estadio, perseguidos por policías de choque y la policía montada. En un momento, la vía principal de acceso al estadio parecía una batalla campal, invadida por el humo de los gases. La policía también atacó con gas pimienta a un grupo de periodistas  que protestaron porque un colega fue atacado por un perro de la policía.

   Las millonarias inversiones públicas de Brasil en los estadios para el Mundial de fútbol 2014 estuvieron en el centro de la ira de los manifestantes, que reclamaban invertir ese dinero en mejores servicios.  

«A la Copa del Mundo yo renuncio, quiero más educación y salud», es uno de los lemas de las protestas.   La policía lanzó gases lacrimógenos en las zonas donde los manifestantes continuaban concentrándose, y usó mangueras de agua para dispersarlos