CONMOCIONADOS Ellos preguntan ¿por qué
tanto salvajismo?

CONMOCIONADOS Ellos preguntan ¿por qué <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2006/01/9715C2FB-4111-490F-9C04-0A32449DBA5F.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=259 data-eio-rheight=390><noscript><img
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POR GERMAN MARTE
EL FAO, Guerra.- La comunidad del batey El Fao, del municipio de Guerra, ha quedado conmocionada desde que un grupo de militares y civiles, armados con pistolas y un fusil M-16, rociaran gasolina y quemaran 30 de las 93 casas del sector, en represalia por la muerte de un sargento de la Fuerza Aérea Dominicana.

Todavía la gente se pregunta por qué tanta agresividad y salvajismo contra gente humilde que no tuvo nada que ver con la muerte del militar.

Son 30 las familias de dominicanos y haitianos que quedaron desamparadas luego que un grupo de civiles y militares, todos amigos y familiares del sargento Daniel Antonio Lara Mañón, se presentara en esta comunidad y comenzara una cacería contra quienes suponían habían ultimado al militar, ignorando que el victimario había sido un agente de la policía que lo confundió con un atracador. De las casas afectadas, 17 se quemaron por completo, y 13 parcialmente.

Vecinos de El Fao explicaron a la prensa que los incendios de las viviendas de madera y zinc se produjeron próximo a la medianoche del sábado, cuando muchos de los afectados ya estaban durmiendo junto a sus hijos. Dijeron que los hombres encabezados por Chicho, un hermano de la víctima, primero golpeaban los setos para que la gente saliera de las viviendas y luego las quemaban. Así llegaron a quemar 30, incluido un colmado.

 “Chicho decía: quema esa y deja esta, quema aquella, y los otros la quemaban”, dijeron varios testigos.

Todo comenzó como a las seis de la tarde, cuando el sargento y algunos familiares que habían estado tomando cervezas pasaron dando carreras en una motocicleta y unos jóvenes les vocearon: “váyanse al paso porque por aquí hay muchachos y pueden chocar uno”. Entonces el sargento se desmontó de su moto y le dijo a uno llamado Tato, de unos 17 años: “habla otra vez”, y cuando él joven volvió a hablar “le dio una `pescozá`”, según explicó Eliseo Guillermo, cuya casa y ajuares quedaron reducidos a cenizas.

Guillermo y otros vecinos agregaron que luego que el sargento le dio el pescozón a Tato comenzó un pleito al que se unieron otras personas.

“Entonces el militar comenzó a disparar y los jóvenes se agachaban, hasta que se dieron cuenta que se le acabaron las balas, entonces lo atacaron con piedras, palos y machetes”, indicó Guillermo.

Ensangrentado y pistola en mano, el sargento corrió aproximadamente 120 metros hasta la carretera que conduce a Guerra y allí obligó a un conductor detener su vehículo, incluso le tiró una piedra al cristal de carro. En esas circunstancias, el raso policial Miguel Familia –que iba como pasajero en el vehículo- le disparó al militar. Luego declaró a sus superiores que disparó porque al ver al sargento pistola en mano pensó que se trataba de un atraco. Mañón murió horas después mientras era conducido al hospital militar Ramón de Lara, de la Base Aérea de San Isidro.

Pero el informe que recibió la familia Mañón fue que un grupo de haitianos había ultimado a machetazos a su pariente, según explicó Daniela, su hija de once años.

Furiosos por la muerte del sargento, familiares y amigos se trasladaron hasta El Fao, donde comenzaron una cacería de haitianos y dominicanos que supuestamente estuvieron en el pleito.

LO PERDIERON TODO

Las 30 casas de dominicanos y haitianos, así como todos sus ajuares, quedaron reducidos a cenizas ya que quienes las ocupaban eran conminados a salir por el grupo de civiles y militares que no dejaban que sacaran nada. Algunos vieron con impotencia como ardían sus cosas; otros sólo atinaron a salir corriendo para salvar sus vidas.

Ahora su esperanza es que las autoridades vayan en su auxilio para poder reponerse de la situación en que han quedado. Manifestaron que necesitan de todo, desde una casa, una cama hasta una cuchara y arroz para sobrevivir.

“Me duele mucho, porque yo no tenía problemas con nadie, y me han quemado la casa. Y mis cuatro hijos han quedado en la calle”, dijo Francia Paul.

NO FUERON HAITIANOS

Las personas entrevistadas, incluidos el alcalde, una dirigente comunitaria y el representante de la Defensa Civil, negaron que la muerte del sargento Mañón y la posterior quema de viviendas tuvieran su origen en un enfrentamiento entre haitianos y dominicanos.

Elvis Rodríguez, subdirector de la Defensa Civil, dijo que en el batey El Fao siempre ha habido armonía entre haitianos y dominicanos. En términos similares hablaron la dirigente comunitaria Yoly Rosario y el alcalde Gregorio Santana. También varias de las personas afectadas dijeron que en ese lugar haitianos y dominicanos comparten como hermanos la alegría, la tristeza y la miseria.

Adujeron que originalmente el pleito fue entre dominicanos y que por confusión se dijo que los victimarios del sargento Mañón eran haitianos, y que por esa razón sus familiares comenzaron a quemar las viviendas de los haitianos. Posteriormente, al darse cuenta que no habían sido los haitianos, entonces comenzaron a quemar casas de dominicanos donde suponían se escondían los que habían peleado con su familiar. Hasta ese momento ignoraban que el victimario de su pariente había sido un raso de la PN. Cuando vinieron a saberlo ya habían quemado más de dos docenas de casas, todas de familias tan humildes como ellos.

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