Conoce a los peligrosos robots asesinos

Conoce a los peligrosos robots asesinos

Ginebra. Su nombre lo dice todo. Los robots asesinos son armas completamente autónomas cuyo fin principal es matar. ¿Lo peligroso? Tienen el poder de decisión sobre matar o no a un objetivo, sin que medie una orden humana que autorice esta acción.

Esto ha generado la protesta de varias personas e instituciones que señalan que la creación de estos robot va contra las tres leyes de la robótica formuladas por Isaac Asimov: proteger su existencia sin llevarse por delante ninguna vida, obedecer órdenes y, bajo ningún concepto, hacer daño a un ser humano.

ONU debate su rol. El primer debate internacional entre gobiernos sobre el rol de los “robots asesinos” y su utilización cada vez mayor empezó hoy en Ginebra, donde organizaciones civiles han denunciado que las autoridades transfieren la decisión de matar a las máquinas.

Se trata de las denominadas -en lenguaje formal- “armas completamente autónomas”, entre las cuales las más conocidos son los aviones no pilotados (“drones»), pero que también pueden ser terrestres y marinas, bajo formas muy diversas.

Los 117 países firmantes de la Convención de las Naciones Unidas para la Prohibición de Armas Inhumanas iniciaron hoy -hasta el viernes- la primera discusión sobre el impacto los robots asesinos y este nuevo tipo de armas, que existen desde hace tres décadas, pero cuya utilización se ha expandido en la última, tanto para operaciones militares como de mantenimiento del orden.

Al no existir una regulación internacional en la materia se carece de cifras globales sobre cuántas unidades de “robots asesinos” hay en funcionamiento, pero sí existen datos fiables por países y que presentan a Estados Unidos y China como algunos de sus principales productores y consumidores.

EE. UU. es el líder en la robótica militar y tiene desplazados unos 11 mil vehículos aéreos no pilotados y 12 mil robots terrestre, mientras que otros países, como China, Israel, Taiwán, Corea del Sur, Reino Unido y Rusia, también producen este tipo de armamento.

Las proyecciones indican que se trata de un ámbito en plena expansión y en el que llegarán a gastarse 7.500 millones de dólares en 2018, frente a cinco mil 600 millones de dólares en 2012, según la firma de investigación Global Industry Analysts.

Los tipos de “robots de combate” que se desarrollarán incluirán los que tendrán por misión desactivar o hacer explotar bombas, vehículos submarinos para la vigilancia, y otros que pueden transportar equipos en tierra, siempre de forma autónoma, sin presencia humana.

Las posibilidades de aplicación de la robótica en el terreno de la seguridad son muy amplias, como también lo muestra el caso de Israel, que produce un vehículo terrestre autónomo que patrulla sus fronteras y detiene eventuales infiltraciones.

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