No es necesario esperar a tener algún problema o notar alguna anomalía para ir al ginecólogo. Muy por el contrario, cada seis o siete meses debe hacerse una visita para llevar a cabo cinco estudios básicos y, así, evitar futuros problemas. La colposcopia;
El papanicolaou: se saca una pequeña muestra para comprobar si las células del cuello del útero y de la vagina son normales. También aporta información acerca del funcionamiento de los ovarios a nivel hormonal.
El examen de mamas: en este estudio el médico hace una palpación de las mamas y ganglios. Si notas alguna anomalía pueden recomendar una mamografía o ecografía.
El dato
Vulvoscopía: se trata de un control externo en el que se utiliza un tipo de colorante específico que permite detectar a través de su coloración lesiones ulcerosas, verrugas, hongos o inflamaciones.
Examen de flujo genital: consiste en tomar una muestra del flujo vaginal para detectar gérmenes.