Estoy segura que pocas veces nos hemos detenido a pensar quién es Santa Claus, y de dónde surge esa leyenda, y la realidad es que deberíamos saber que el nombre viene originalmente de San Nicolás, un santo de la cuarta centuria, hijo único de una familia muy rica, el cual quedó huérfano a muy temprana edad. San Nicolás fue llevado a un monasterio y a los 17 años era ya un sacerdote, como tenía muchas fortunas él hacía muchas buenas obras con su dinero. La leyenda de Santa Claus deriva directamente de las que desde muy antiguo han adornado la figura de San Nicolás de Bari (ca. 280-ca. 350), obispo de Myra y santo que, según la tradición, entregó todos sus bienes a los pobres para hacerse monje y obispo, distinguiéndose siempre por su generosidad hacia los niños.
Una de las sorprendentes acciones de desprendimiento y solidaridad es cuando él tiraba oro en la chimeneas y en los calcetines que estaban secándose al rededor de las chimeneas, los cuales colgaban hacia afuera de las ventanas. San Nicolás o Santa Claus murió en 345 o 352.
Papá Noel se fue haciendo más presente también, proporcionalmente a nuestra incorporación al “Primer Mundo”, con tantas otras cosas entonces empecé a preguntarme de dónde salió este gordito simpático y tiernamente risueño. Así me fui enterando que fue el producto de una larga transformación. El original, San Nicolás, nació muy lejos de Noruega, los trineos y la nieve, en Patara, actual Turquía, en el año 305. Nicolás era un muchacho rico hasta que en medio de una epidemia murieron sus padres y, adelantándose diecisiete siglos al Concilio Vaticano II, optó por los pobres, por repartir toda su riqueza entre ellos, cosa no muy frecuente entre los adinerados de todas las épocas. Se hizo monje e ingresó en el monasterio de Sión.
San Nicolás tuvo muy buena reputación por ser muy bondadoso, especialmente con la gente joven, les regalaba dinero u oro para que pudieran rehacer su vida y así alejarlos de la prostitución a temprana edad. Siendo él muy generoso con la gente pobre e infeliz se hizo muy popular.
Pero ¿cómo se relaciona con los regalos de Navidad? En la antigüedad, en Roma, se realizaban fiestas a mediados de diciembre, en honor a Saturno (Cronos para los griegos), al final de las cuales los niños recibían obsequios de todos los mayores. Y como Nicolás tenía especial inclinación por los niños, es a eso que se debe -hoy día- el ritual de la llegada de Santa en Navidad cargado de juguetes para los más pequeños de la casa. Su mítica fama de repartidor de obsequios se basa en otra historia, que cuenta que un empobrecido hombre padre de tres hijas, no podía casarlas por no tener la dote necesaria, al carecer las muchachas de la dote parecían condenadas a ser “solteronas”. Enterado de esto, Nicolás le entregó, al obtener la edad de casarse, una bolsa llena de monedas de oro a cada una de ellas. Se cuenta que todo esto fue hecho en secreto por el sacerdote quien entraba por una ventana y ponía la bolsa de oro dentro de los calcetines de las niñas, que colgaban sobre la chimenea para secarlos. Finalmente, la boda se celebró como el padre de la joven deseaba, y desde entonces se comenzó a popularizar la costumbre de intercambiarse regalos para la Navidad.