Conocer más: hipertensión arterial

Conocer más: hipertensión arterial

Julio Ravelo Astacio

Por Julio Ravelo Astacio

El sufre de la presión”. “Lo mató la presión”. “Era un hombre muy rabioso”. “Vivía
haciendo pique”. “No descansaba ni los domingos”. “No le gustaba ir al médico”. Todas esas expresiones, amigos lectores, nos dicen cómo a nivel popular se percibe esta enfermedad, y como se asocia a un carácter agrio, difícil y una vida con mucha tensión emocional. Aunque no siempre resulte así, lo cierto es que la población asocia esta enfermedad con el estrés, la ansiedad, la necesidad de descanso entre una tarea y otra, la falta de chequeos médicos rutinarios.

Tiene razón la población común en las apreciaciones que hace. La observación sistemática de familiares y amigos, los comentarios que de los casos conocidos se hacen, nos habla, la más de las veces, de lo acertadas que son las mismas.

¿Qué es la Hipertensión Arterial? Es la elevación continua de la presión en las arterias independientemente de las causas que la originan. Es una patología crónica en la que los vasos sanguíneos tienen una tensión tan alta que puede dañarlos. La presión arterial se mide en dos valores: la sistólica, que indica la presión cuando el corazón late y bombea sangre, y la diastólica, que indica la presión cuando el corazón está en reposo y se relaja entre latidos. En adultos los valores normales están alrededor de los 120mmHg para la sistólica y 80mmHg para la diastólica.

A esta enfermedad se le ha llamado: “El enemigo silencioso”, para llamar la atención acerca del hecho de no presentar síntomas llamativos, por ello muchos pacientes caminan y viven, a veces por años, sin darse cuenta que son hipertensos. No obstante, algunos síntomas pueden aparecer: dolores de cabeza, sangrado nasal, sensación de falta de aire, confusión.

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La hipertensión no controlada aumenta el riesgo de trastornos como: accidentes cerebrovasculares, aneurismas, insuficiencia cardíaca, infarto del miocardio, enfermedad renal crónica.

Vale destacar que es la principal causa de enfermedades cardiovasculares, que cadanaño, acaban con la vida de 17 millones de personas en el mundo. Pero, además, es responsable del 45% de las muertes por cardiopatías y el 51% de los decesos por enfermedades cerebrovasculares, dejando de lado las secuelas causadas por ella.

Resulta apropiado destacar que cuando el organismo está bajo estrés, puede liberar una oleada de hormonas. Estas hacen que el corazón pueda latir más rápido y los vasos sanguíneos se estrechen, lo que aumenta de manera temporal la tensión arterial.

No hay pruebas de que el estrés por sí solo cause presión arterial alta a largo plazo.

Pero reaccionar con respuestas poco apropiadas puede aumentar la presión arterial y el riesgo de ataque cardíaco o de accidente cerebrovascular.

Las hormonas que el cuerpo produce en estrés emocional pueden dañarlas arterias y este daño llevar a enfermedades cardíacas. Agreguemos que los pacientes con depresión y ansiedad pueden dejar, por su estado emocional, de tomar sus medicamentos para controlar su hipertensión.

La incidencia de la enfermedad en las personas de raza negra es el doble de las posibilidades de desarrollar la hipertensión que las de raza blanca, y el pronóstico es peor. Las personas obesas, independiente de su edad, tienen de dos a tres veces mayores posibilidades de sufrir la enfermedad que los que tiene peso normal.

Recordemos que existen drogas y tóxicos que pueden propiciar la aparición de la Hipertensión Arterial, mencionemos como ejemplos: alcohol, cocaína, ciclosporina,eritropoyetina, antiinflamatorios no este roideos, nicotina, efedrina.

Si esta enfermedad causa tantas muertes y secuelas, prestemos atención para su diagnóstico temprano y el manejo adecuado por su cardiólogo.

Algunas sugerencias que pueden ser de utilidad y contribuir a su salud y prolongar su vida:

  • Mejore sus hábitos de vida: una dieta saludable.
  • Práctica de ejercicio físico.
  • Bajar de peso.
  • Evitar consumo elevado de sal.
  • Evite el consumo de tabaco.
  • Evite el sedentarismo.
  • Evite el consumo excesivo de alcohol.
  • No consumir drogas.
  • Intente mejorar su estado anímico, si no lo logra por sí solo, procure ayuda con un psicoterapeuta.

Nuestro reconocimiento al Instituto Dominicano de Cardiología y a la Directiva de la Sociedad de cardiología, por sus aportes a través del tiempo en la formación de nuevos profesionales, y por sus servicios a la sociedad toda. Enhorabuena.

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