Por Julio Ravelo Astacio
De todo, todos podemos saber un poco, incluso podemos saber un poco más procurando lecturas y experiencias sobre el particular. Pero, zapatero a tu zapato.
Quien se dedica por años a estudiar, profundizar en un área determinada, terminará siendo un conocedor, un especialista en esa rama del saber.
Vamos, amigos lectores a conocer más…por ejemplo, ¿ha usted perdido peso en los últimos meses sin una causa que lo justifique? ¿No tiene grandes preocupaciones o deudas, no ha perdido un ser querido recientemente, ingiere sus comidas con regularidad?, ¿no está estresado ni deprimido? ¿tiene sudoraciones abundantes en todo el cuerpo y en especial en sus manos?
¿Come usted más que una lima nueva y a pesar de ello, continúa perdiendo peso?
¿No puede estar tranquilo y debe moverse con frecuencia? ¿no soporta el calor?, en muchas ocasiones siente palpitaciones cardíacas? ¿padece de trastornos del sueño?, ¿algunos familiares o amigos le han comentado que tiene ahora unos ojos más grandes, saltones, que llaman “ojos de vaca”? ¿Se incomoda con facilidad llegando a decir: “estoy que ni yo mismo me soporto”? Si varias de estas interrogantes resultan positivas, eso significa que usted debe consultar un médico endocrinólogo/a.
Podría ser que usted tenga hipertiroidismo. Es esta una afección causada por la alteración de la glándula tiroides, del sistema endocrino. Ella produce las hormonas que controlan la forma en que cada célula del cuerpo usa la energía, proceso denominado metabolismo. Esta es una glándula pequeña, en forma de mariposa situada en la base del cuello.
A las manifestaciones de esta enfermedad esbozadas al inicio de este trabajo podemos agregar: dificultad para concentrarse, sensación de fatiga, diarreas, irregularidades menstruales, temblor en las manos, caída del pelo, agrandamiento de la glándula tiroides (bocio).
La enfermedad puede aparecer en cualquier edad. Es mucho más frecuente en las mujeres. En las personas de edad avanzada puede no dar manifestaciones llamativas.
El hipertiroidismo se puede tratar y curar. Pero ello no nos puede llevar a descuidar la misma. Las complicaciones pueden llegar y producir alarma en el paciente: trastornos del ritmo cardíaco (fibrilación auricular) y aumentar el riesgo de tener un accidente cerebrovascular. Insuficiencia cardíaca congestiva; es cuando el corazón es incapaz¡ de hacer circular la cantidad de sangre suficiente para atender las necesidades del cuerpo.
La vista puede verse afectada: oftalmopatía tiroidea; ocurre con más frecuencia en fumadoras y provoca sensación de arena en los ojos, dolor, párpados hinchados o retraídos, mayor sensibilidad a la luz, visión doble. Estas alteraciones si no reciben tratamiento pueden llevar a la ceguera.
En le plano emocional puede producir: ansiedad, hiperactividad, irritabilidad, hipersensibilidad al ruido, insomnio, distraibilidad, sensación de tensión interna, labilidad emocional y en situaciones extremas delirios y alucinaciones.
El tratamiento de esta enfermedad suele ser efectivo y bien tolerado por los pacientes.
Se aconseja no practicar ejercicio físico intenso. Evitar la cafeína u otros estimulantes, ya que, pueden empeorar los latidos cardíacos, el nerviosismo y la concentración.
Llama la atención que el buen manejo del hipertiroidismo puede ayudar en el control de los síntomas de ansiedad. Por otro lado, el control de la ansiedad puede tener un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes con hipertiroidismo.
Como hemos podido apreciar, cualquier enfermedad diagnosticada y tratada a tiempo, repercute positivamente en el pronóstico de la misma. Las enfermedades buenas, no existen. Cualquiera de ellas se puede complicar. Todas requieren de la orientación adecuada de un profesional de la medicina, con conocimiento de causa, un sólido respaldo familiar, un sistema de salud organizado y eficiente para dar respuesta pronta y efectiva a los requerimientos de nuestros pacientes. Si la cosa es así: vamos a procurar empeñarnos en el cuidado de nuestra salud.
Vaya nuestro reconocimiento a los colegas endocrinólogos, del pasado y del presente.
Ellos han trillado una ruta de enseñanza, servicio, superación y conocimientos que nos hacen inclinar nuestras cabezas, ante tanta dedicación.