Por Julio Ravelo Astacio
Una piel limpia, sana, bien hidratada, tersa, es algo hermoso y atractivo. Es manto misterioso que cubre y protege todo nuestro cuerpo. Para muchas personas podría resultar sorprendente saber que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo.
Que en el adulto tiene una superficie aproximada de 2 metros cuadrados y puede llegar a pesar 5 kilogramos.
Tomando algunas referencias de la Dra. Larralde M. (2023), podemos aclarar la relación permanente de la piel con otros órganos del cuerpo y es ella la que nos revela disfunciones y molestias, así como también, refleja nuestras emociones: transpiramos cuando estamos ansiosos, nos ponemos rojos si algo nos da vergüenza, por otro lado, hay emociones que nos ponen “piel de gallina”, mientras que ocurren sustos que nos ponen la piel como una hoja de papel en blanco.
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Este misterioso manto, es un órgano vivo con capacidad de regenerarse, es impermeable, resistente y flexible, respira y se mantiene activo las 24 horas del día.
La piel es un órgano vital para nuestro cuerpo. Entre sus principales funciones tenemos: protegernos, ya que, actúa como barrera frente al exterior, nos cuida de enfermedades, temperaturas extremas y lesiones como golpes y quemaduras, regula el metabolismo, nos permite el sentido del tacto a través de terminaciones nerviosas, sintetiza la vitamina D.
Se preguntará el amigo lector, pero ¿Por qué destacar hoy tantas y provechosas cualidades de nuestra piel? La respuesta les resultará sencilla y apropiada. Es que mañana es 29 de octubre: “Día Mundial de la Psoriasis”.
La psoriasis afecta al 2% de la población mundial. Es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel y ocasionalmente de las articulaciones, que produce irritación y lesiones escamosas, que pueden aparecer en cualquier parte de nuestro cuerpo, incluidas las uñas.
Suele hacerlo en puntos donde la piel está muy cerca del plano óseo (codos, rodillas, cuero cabelludo, cara, manos, región sacra).
La enfermedad no es hereditaria, pero hay una predisposición genética a padecerla. Aparece con mayor frecuencia entre 15 y 35 años. Niños y personas de mayor edad también pueden afectarse.
Se considera que la psoriasis es una alteración del sistema inmunitario que lleva a las células de la piel a crecer a un ritmo más rápido de lo normal. En su tipo más frecuente esta rápida renovación de las células da lugar a placas escamosas y secas.
Los traumatismos, el rascado y el frotamiento de las áreas cutáneas afectadas pueden desencadenar o cronificar las lesiones. Algunos fármacos: sales de litio, betabloqueadores, antimaláricos, antiinflamatorios no esteroideos, pueden desencadenar o agravar la psoriasis.
Las lesiones se pueden manifestar como una placa roja, bien delimitada, redondeada u oval, de tamaño variable, recubierta con abundantes escamas blanquecinas, nacaradas y finas, pruriginosas y dolorosas en ocasiones.
¿Cómo se afectan emocionalmente estos pacientes? Por lo general, las lesiones aparecen en áreas del cuerpo muy visibles: el aspecto de las mismas es desagradable y lo reconoce el propio paciente, que evitará bañarse para no sentir más molestias en su piel, al descuidar su higiene empeora su aspecto físico. Evita el contacto social, entiende se burlarán de él/ella. Baja su autoestima. En algunos casos puede incluso evitar la visita a su médico.
Muchos de estos pacientes sufren, se avergüenzan de sus lesiones, por lo que pueden sentir asco y piensan que asimismo pensarán las otras personas. La ansiedad y la depresión son las manifestaciones que en el plano de la salud mental más aparecen, pudiendo recurrir cuando así lo hagan las lesiones cutáneas.
A los colegas dermatólogos, que en nuestro país los hay muy buenos y destacados, sugerirles un trato cercano y afable con sus pacientes.
¿Quién como ellos para comprenderles y facilitar una buena adherencia a sus indicaciones?
La piel hermosa y atractiva que todos quisiéramos tener nos obliga a cuidarla y atender sus manifestaciones. Visite su dermatólogo(a) quien le ayudará a verse bien, a sentirse a gusto, dentro de ese manto misterioso.