La independencia de la República Dominicana lleva consigo en el centro de su corazón a un conjunto de mujeres como Manuela Diez, Concepción Bona, Josefa Pérez, Ana Valverde, Juana Saltitopa y Baltasara de los Reyes, que dieron sus vidas para que hoy el país sea libre.

Sobre sus manos descansan la labor de haber bordado de la bandera tricolor que se iza cada mañana en escuelas, centros públicos, privados y otros, así como también la fabricación de las balas que se usaron en la batalla de la independencia. También, el gesto humano y solidario de curar a los heridos caídos en la guerra.

En un recorrido por la historia sobre algunas mujeres dominicanas que lucharon con toda su fuerza para romper, incluso, los mitos de que las mueres sólo debía dedicarse a las labores hogareñas, reseñamos la heroicas obras de las guerreras más destacadas.

En el marco de su desempeño histórico en su lucha por la independencia de la nación, María Trinidad Sánchez utilizaba sus faldas para esconder y transportar pólvora, además de que elaboraba balas que serían usadas en la gesta del 27 de febrero.

Pero además, junto a Concepción Bona ayudó a la causa independentista confeccionando la primera bandera dominicana.
Trinidad Sánchez fue fusilada el 27 de febrero de 1845 en el aniversario de la Independencia Nacional por la cual luchó.

En tanto que Concepción Bona o María Concepción Bona de Hernández, su nombre verdadero formó parte activa de reuniones de muchachos y muchachas, quienes tenían el firme propósito de conquistar la libertad de su patria.
Con tan solo 18 años de edad ya estaba comprometida con los ideales del patricio Juan Pablo Duarte

Manuela Diez y Rosa Duarte fue, además de madre, una hermana de Juan Pablo Duarte, respectivamente. En su lucha trabajó activamente en los planes de independencia, soportando saqueos, atropellos y finalmente el exilio.

De igual manera, Juana de las Mercedes Trinidad, conocida comoJuana Saltitopa, atendía a los heridos en el marco de la guerra, y los llevaba agua a los combatientes, además de que transportaba pólvora en su delantar.

En el caso de María Baltasara de los Reyes puso su casa a disposición de Juan pablo Duarte para que la utilizara como refugio mientras se iba al exterior, y Ana Valverde fue encargada de reunir dinero para la reconstrucción de los muros de la ciudad.