Conocimientos y competitividad en América Latina y el Caribe

Conocimientos y competitividad en América Latina y el Caribe

El Foro Económico anual de Davos – la más relevante actividad de la élite económica mundial – publicó el “ranking” de competitividad analizando 137 naciones. De nuestra región incluye 19 países que de conjunto reflejan un empeoramiento del posicionamiento regional, ya que 9 de las economías descienden en su posición con relación al lugar alcanzado el año anterior. De los cinco más competitivos en la región el líder regional sigue siendo Chile, situado en el lugar 33, igual al año anterior, entre los 137; seguido por Costa Rica en el 47 – obsérvese que la nación andina se sitúa 14 lugares por encima del que más cerca le sigue en el continente -; Panamá en el 50; México en el 51 y Colombia en el 66, aunque de ellos tanto Panamá como Colombia bajaron en sus respectivos posicionamientos. También descendieron con respecto al año previo Perú, Uruguay, Guatemala, Honduras, Ecuador y El Salvador. El mayor descenso correspondió a RD que cayó 12 lugares para quedarse ahora en el lugar 104. Los tres países peor colocados regionalmente fueron Paraguay, Venezuela y Haití en los lugares 114, 127 y 128 respectivamente.
Los parámetros tomados en consideración para la medición y la comparación fueron, como es usual: innovación, infraestructuras, escenario macroeconómico, salud y educación pública, educación superior y formación, eficiencia del mercado, eficiencia laboral, desarrollo del mercado financiero, preparación tecnológica, tamaño del mercado, sofisticación del negocio e innovación. Es significativo destacar que si bien los chilenos puntean mejor en casi todos los indicadores, su liderazgo es indiscutible en educación superior y formación profesional, acompañando de cerca a Singapur, líder mundial en esos aspectos. El Informe insiste en que para reducir la desigualdad que prevalece en la región, de persistente incidencia negativa en los niveles de competitividad, se deben mejorar las instituciones, las infraestructuras, la efectividad del mercado y la innovación. No obstante, reconoce adelantos en educación y salud así como en preparación tecnológica e innovación.

Por su parte, la OCDE ha identificado cinco aspectos en los que es urgente avanzar para elevar la productividad, a saber: capital humano, mercado de trabajo, ambiente de negocios, innovación e infraestructuras, destacando que “…invertir en educación, competencias y formación continua será fundamental para mejorar la productividad del trabajo y ampliar las oportunidades económicas». La entidad insiste en recomendar enfilar el sistema educativo, incluyendo la educación de adultos, a profundizar competencias; elevar la calidad del personal docente así como “fortalecer los vínculos entre la educación, la formación y el mercado de trabajo”. A su vez, la OIT alerta que la productividad regional se mantiene baja habiendo crecido solo 0.7% entre 2000 y 2015, pero la informalidad sigue siendo alta y crece. Además, la desigualdad ha aumentado en más de 8 países con una calificación laboral que solo creció de 17.6% al 19.9% de 2000 a 2015. Urge a «concretar el vuelco hacia una economía más formal y basada en el conocimiento”.

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