Conozca los ejercicios que
alivian la incómoda fibromialgia

Conozca los ejercicios que<BR>alivian la incómoda fibromialgia

 Una sensación de dolor músculo esquelético generalizando y fatiga, mucha fatiga, son  los dos síntomas principales  de la fibromialgia, una enfermedad reumática crónica de la que se desconoce su origen y que requiere un tratamiento multidisciplinario: fármacos, apoyo psicológico, aplicación de calor…

La actividad física es otra parte de la terapia. Aunque no se puede recomendar una tabla de ejercicios estándar (depende del estado de cada paciente), los expertos  coinciden en la conveniencia de algunos, siempre siguiendo las indicaciones médicas y empezando por ejercicios suaves.

Caminar

 Caminar es el ejercicio más sencillo. Se suele comenzar por él tras una fase previa destinada a las técnicas de relajación, que ayudan a tolerar ejercicios más activos. Debe realizarse de forma suave y, sobre todo, observar si la actividad es bien tolerada por el enfermo, si no eleva sus molestias.

Aquaerobic

 Cuando el ejercicio aeróbico se realiza dentro del agua, la espalda sufre menos porque el peso que soporta es menor. Si, además, la temperatura del agua es templada, se consigue que la relajación y la tonificación musculares sean mayores y que aumente la vasodilatación, lo que alivia el dolor. Como en el resto de ejercicios, hay que tener en cuenta la edad de paciente.

  Nadar

 Esta actividad aeróbica puede dar buenos resultados, aunque conviene observar la tolerancia del paciente: en algunos casos eleva la sensación de cansancio, otras veces el estilo de braza resulta perjudicial (incrementa la curvatura lumbar)… Eso sí, la regularidad (unas dos veces por semana) es básica.

Tai chi

Los movimientos que se efectúan al practicar esta disciplina  oriental logran estirar y tonificar los músculos y, lo que es más importante, elevar el umbral del dolor (algunos estímulos que antes eran dolorosos pasan a ser solo molestias tras practicar tai chi). El yoga también puede ser útil, pero algunas posturas no son bien toleradas.

Tabla de gimnasia

 Una vez superada la primera fase de iniciación al ejercicio, y si el paciente lo ha tolerado bien, llega el momento de pasar a la gimnasia de mantenimiento. La tabla de gimnasia, de unos 10-15 minutos diarios, suele centrarse en el cuello y la espalda (las partes más afectadas por lo general) y debe estar elaborada siempre de manera individual, en función del estado del paciente. El objetivo de los ejercicios es trabajar la flexibilidad y el tono muscular para que los músculos sean más resistentes al dolor y evitar que la fibromialgia incapacite.

Los masajes ayudan

Si la finalidad del ejercicio es facilitar la movilidad y fortalecer los músculos para soportar mejor el dolor, también se puede recurrir a medidas locales que alivien molestias puntuales. Es el caso de los masajes, que proporcionan un efecto relajante sobre la musculatura afectada, de los ultrasonidos o de la aplicación de calor mediante almohadillas. Además, resulta esencial mejorar la calidad del sueño y disminuir el estrés de la vida diaria.

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