Los pacientes con alto riesgo de presentar un síndrome de apneas obstructivas del sueño incluyen aquellos con antecedentes de tener familiares directos roncadores crónicos o con diagnóstico de esta enfermedad.

Hasta las menopáusicas. Los pacientes de sexo masculino entre la tercera y cuarta década de la vida y las mujeres menopaúsicas son los que presentan mayor riesgo.

Aquellos en sobrepeso y obesos representan un gran grupo de riesgo, sobre todo cuando el índice de masa corporal (IMC) mayor de 35.

Existen una serie de factores que condicionan que la vía respiratoria superior sea más estrecha o tienda a serlo, entre estos destacan la macroglosia (lengua prominente), cuello corto, malformaciones a nivel mandibular (micro o retrognatia), hipertrofia de amígdalas y obstrucción nasal, entre otras.Estos pacientes suelen presentarse

asociando otras enfermedades tales como la hipertensión arterial, existiendo una relación causa y efecto entre ambas enfermedades, por esta razón, siempre debe considerarse el síndrome de apneas obstructivas del sueño en el diagnóstico diferencial de la hipertensión arterial, especialmente la refractaria al tratamiento, y en los casos de reciente diagnóstico sin descenso nocturno de la presión (dip).

Otras enfermedades asociadas son la insuficiencia cardiaca congestiva, arritmias cardiacas, diabetes mellitus tipo 2, disfunción tiroidea, accidentes cerebrovasculares, hipertensión pulmonar, asma bronquial, insuficiencia renal crónica, por lo que está indicado descartar esta enfermedad en paciente que padezcan estas condiciones, sobre todo en aquellos que no logran el control de su enfermedad de base a pesar de una correcta terapéutica farmacológica.