Hoy 
El pasado jueves, Paris Hilton cumplía el sueño de su vida: casarse con su príncipe azul, Carter Reum. Lo hicieron en una ceremonia privada en Los Ángeles, todo un cuento de hadas que su protagonista siempre anheló y finalmente alcanzó.
Vestida en un espectacular traje de Óscar de la Renta, el secreto mejor guardado de la novia, la empresaria deslumbró no solo a su ya esposo, sino a todos los invitados allí presentes con la acertada elección para su gran día.
Una publicación de la revista People destaca un vestido de corte clásico, rodeado de encajes y exquisitos adornos florales que cubrían la parte superior de su cuerpo. A su lado, inseparables, estuvieron sus damas de honor, siempre pendientes de que la impresionante cola luciera impecable.
Para la ocasión, sus cuatro compañeras lucieron vestidos idénticos en color rosa pastel que concordaban a la perfección con el de la feliz novia.
Junto a las damas, también supervisando que todo saliera como lo previsto, estuvo su hermana Nicky Hilton, visiblemente emocionada al ver a su cómplice tan radiante.
Paris estaba nerviosa pero con la situación bajo control. Todo había sido organizado a su medida, con los colores, adornos y preparativos que siempre deseó si llegaba este día. Entre esos detalles está la tarta, un pastel de nada menos que 6 pies con una corona nupcial en la parte superior.
Los 6 pisos de dulce estuvieron rodeados de flores frescas, múltiples rosas rebosantes de color rosa pálido, blanco y pastel que la hacían ver más apetitosa si cabe.
La fastuosa ceremonia estuvo llena de sorpresas entre las que cabe destacar la música. La novia llegaba al altar con el tema de Elvis Presley «Can’t Help Falling in Love» de fondo, una romántica melodía que hizo que el novio se emocionara hasta las lágrimas.
Una vez los recién casados intercambiaron sus votos y se convirtieron en marido y mujer, el tema que sonó iba muy de acorde con sus sentimientos. «Happy», de Farrell Williams fue la nota musical elegida e interpretada en directo por un grupo para dar por finalizada la ceremonia.
Llegaba la hora de la recepción y con ella otra canción muy especial para recibir a los novios, «I will always love you», cantada por una de las voces más aplaudidas del momento, la de su también amiga Demi Lovato, otra de las invitadas estrella junto a Nicole Richie y Kim Kardashian.
Uno de los momentos más cómicos del día fue precisamente cuando Kardashian se agachó para colocar la impresionante cola del vestido de novia de su amiga. Un recuerdo que ambas siempre llevarán en su corazón por la complicidad y el cariño que emanó del mismo.
La sangre latina dijo presente con Lele Pons y Guaynaa, quienes se dejaron ver de lo más felices y enamorados. Después de esta romántica experiencia, ¿se animarán ellos a dar este paso?
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