Conozca y deguste de la versatilidad del apio en la cocina

Conozca y deguste de la versatilidad del apio en la cocina

Para los caldos  el apio es de mucha utilidad. Agregar esta hierba a una sopa “boba”  o  sancocho, le da un sabor muy agradable y aromático. Es considerado como un “levanta muerto” por las propiedades nutritivas que tiene.

Aunque generalmente es utilizado en sopas, consomé y cremas, el apio  es ideal  también, en arroces, carnes, pescados, mariscos, ensaladas y batidas. Esta planta se caracteriza por sus verdes hojas y tallo blanco, la cual se puede consumir también simplemente hervida y aderezada con aceite de oliva y limón. 

Es un alimento considerado poco energético, porque proporciona solo veinticuatro calorías en los tallos y en  hojas, y cuarenta y seis en la raíz por cada 100 gramos. Es alcalino y tiene un alto  porcentaje  -68%-de sales básicas.

De esta planta se extrae una sal que sirve para reemplazar la sal de cocina, es decir el cloruro de sodio, y que se utiliza para condimentar estofados y otros guisos.

El apio

Es una planta denominada científicamente Apium graveolens, y su mayor presencia en los mercados es de noviembre hasta el mes de abril.

El apio fue muy consumido por los romanos, aunque esta planta no fue cultivada oficialmente hasta 1641, en el Real Jardín Botánico de París, donde se buscaba el óptimo desarrollo de sus hojas y sus tubérculos.

Propiedades medicinales del apio    

Es recomendado en personas que padecen presión arterial, dolor de cabeza, estreñimiento, nerviosismo y que tienen los glóbulos rojos bajos.

Es ideal también en quienes sufren de hipertensión arterial, porque es rico en potasio, dilata los vasos renales, aumenta la cantidad de orina y calma el sistema nervioso. Sirve también como laxante por su alto contenido en fibra.  Tiene también  efectos tranquilizantes por su contenido en ftálida.

Su contenido en vitaminas es elevado. Tiene tiamina, riboflavina y  vitamina C. Es una hortaliza muy   rica en sodio y potasio. 

Las Recetas

Consomé  de apio

4-5 ramas de apio fresco (no demasiado verde)

1 papa

1 diente de ajo

Aceite de oliva

Agua

Sal al gusto

Preparación. Lavar las ramas de apio, retirarle  las puntas y las fibras más gruesas y partirlas  en trozos pequeños. Pelar la papa  y el ajo y cortarlo en trocitos. Agregar todo en una olla con el agua hirviendo, dos cucharadas de aceite y un poco de sal. Bajar el fuego y dejar cocer, tapado, durante  media hora. Si el líquido se rebaja  mucho, añadir un poco más de agua. Cuando el apio esté blando y el caldo a su  gusto, retirar del fuego y corregir  la sal, colarlo para dejar solo el consomé y servir  inmediatamente en tazas, decorando con alguna hojas de apio que se hayan reservado, lo que le dará   aroma. Este plato puede servir de entrada en cualquier menú.

Ensalada de apio

1 manojo de apio blanco

Aceite de oliva  extra virgen

Vinagre

Sal

Preparación. Lavar bien  el apio y cortarlo, desechando las partes dañadas o duras. Poner todo en una ensaladera y  aderezar  al gusto con una vinagreta  hecha con el aceite y el  vinagre. Hay que tener en cuenta que el aceite le sienta muy bien, pero a más cantidad de aceite, hay más calorías en el plato.

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