Iván Duque, actual presidente de Colombia, y Felipe Buitrago, hoy consejero de su presidencia, cuando eran consultores del BID, describieron la cultura para el desarrollo como la “economía naranja” de las naciones. Aludimos al novelista francés Honoré de Balzac, al afirmar que en Santiago “a esta idea le ha llegado su momento”.
En este orden, el Consejo de Cultura para el Desarrollo ha sido institucionalizado en Santiago por la Ordenanza Municipal 3127-16. Es una contribución al legítimo capital social santiaguero. Su despegue será esta semana cuando sus socios inicien acciones que desde ahí en adelante, serán concertadas. Un consejo donde la gestión cultural sea concurrente, es el mejor espacio social para gestar una afluencia organizada a favor de la cultura.
Este consejo tiene 12 competencias de gestión y animación sociocultural. Una entidad cuya asamblea tendrá los socios que acepten sus estatutos y principios. Que dará sentido unitario a las actividades culturales; generará atractividad y miles de nuevas visitas a Santiago. Sus estatutos serán coherentes con la ley 122-05 y creará la primera asamblea ciudadana de la cultura.
Este Consejo es una colectividad de diálogo y apoyo a las mejores iniciativas. Una pieza sin precedentes para la articulación pública-privada en cultura. Facilita, pero no es un órgano para ejecutar acciones. Esa competencia le corresponde a cada entidad que por ley pone en operación diversas iniciativas.
Una de las principales y más innovadoras funciones de este consejo es publicar y colocar en sitios públicos masivos como el aeropuerto, grandes centros comerciales y universidades, el Almanaque Cultural. Un instrumento para informar el conjunto de exposiciones de arte, festivales, ferias, fiestas, ofertas gastronómicas, conciertos de son, jazz, merengue y más de Santiago. Será un catálogo donde tendrán espacio desde los clubes barriales hasta los grandes equipamientos urbanos como el Gran Teatro del Cibao, los teatros universitarios, Centro Cultura y Convenciones y el Centro León.
El Consejo de Cultura para el Desarrollo (CCD) es una alianza naranja que articula una gran convergencia de artistas, gestores creativos, artesanos, asociaciones de empresarios, innovadores, chefs que agregan valor, técnicos en gobernabilidad cultural electrónica, organizaciones diversas, legisladores, regidores y ciudadanía llana.

Surge como proyecto de la Agenda de Cultura, el primer plan maestro de cultura de la República Dominicana que inició con los murales de ciudad y conciertos en parques y espacios públicos, y se extenderá con eventos de impacto. Una iniciativa que diagnosticó la situación de la gestión y la animación sociocultural; las industrias creativas y equipamiento cultural.

La Conferencia de Naciones Unidas de Comercio y Desarrollo subraya que las exportaciones culturales aumentaron en la pasada década, en un 134%. Creaciones en tejidos de costura, diseños gráficos, artes visuales, artesanías originarias, tecnologías, audiovisuales interactivos, nueva recreación, imágenes y publicidad. Todos son el nicho de negocios más importante en esta próxima década del siglo XXI.